La alimentación saludable, debe continuar en el postparto con el objetivo de que la madre vuelva a su peso anterior al embarazo en 6 a 12 meses y consiga un IMC (Índice de Masa Corporal) normal antes de intentar otro embarazo.
Los problemas médicos como la diabetes gestacional, deben resolverse o tratarse adecuadamente antes de un embarazo posterior.
Los depósitos de nutrientes también tienen que reponerse, los intervalos cortos entre embarazos (menos de 12 a 18 meses) se asocian con un mayor riesgo de aborto, parto pretérmino, retardo del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, parto de feto muerto y muerte neonatal precoz. (Wendt et al., 2012).
A pesar del hecho de que la lactancia materna aumenta las necesidades de energía y algunos nutrientes, la leche humana se fabrica a partir de los depósitos de nutrientes maternos, de modo que las madres bien nutridas no necesitan preocuparse por que la calidad de su leche sufra por una dieta imperfecta, esta solo se afecta cuando las madres presentan una deficiencia nutricional grave a largo plazo.
La respuesta materna a las señales de hambre del lactante estimulará su producción de leche con una media de unas 8 a 12 tomas en 24 horas durante las primeras 2 a 3 semanas.
La creencia de que se fabrica más leche al aumentar el consumo de líquidos es engañosa, porque el cuerpo excretará el exceso de líquido para mantener el equilibrio hidroelectrolítico, por el contrario, la sobrehidratación puede dar lugar a una disminución en la producción de leche.
La producción insuficiente de leche puede ser problemática tanto en mujeres bien nutridas como malnutridas; los estudios interculturales muestran que no ha de relacionarse con el estado de nutrición materno.
Si bien la leche materna mantiene su calidad, aunque la madre no esté comiendo todos los nutrientes que requiere, la madre si siente los efectos de comer mal, se afecta su sistema inmunitario, se siente cansada y con menos energía.
La composición de la leche varía de acuerdo con la dieta de la madre, por ejemplo, la composición de ácidos grasos en la leche de una madre refleja su ingesta dietética.
Los valores de proteínas tienden a caer en el periodo postparto precoz, y el componente graso de la leche puede disminuir inicialmente y después aumentar en concentración con el tiempo.
Durante una toma individual, característicamente el contenido graso aumenta significativamente y puede dar lugar a un contenido de calorías de la leche mucho más alto al final de la toma. (Khan et al.,2013).
Cuadro 1. Requerimientos nutricionales durante la lactancia.
Grupo de alimentos | Lactancia precoz (0 a 6 meses) | Lactancia tardía (+6 meses) |
Calorías totales diarias | 2.130 | 2.200 |
Carne y legumbres g | 200 | 170 |
Productos lácteos tazas | 3-4 | 4 |
Pan, semillas g (la mitad deben ser semillas enteras) | 225 | 250 |
Frutas verduras tazas | 6 | 6 |
Ricos en vitamina C | 1 | 1 |
Ricos en Betacaroteno | 1 | 1 |
Ricos en folato | 1 | 1 |
Grasas y aceites cucharaditas | 3 | 3 |
Tamaños de las raciones:
28g= 28 g de carne, pollo o pescado, 1 huevo, ¼ de taza de legumbres, 15g de frutos secos, ¼ de tofu
1 taza= 1 taza de leche o yogur, 28g de queso curado, 2 tazas de queso fresco
28g= 1 rebanada de pan, 1 taza de cereales (quinua, amaranto, mijo)
1 taza= 1 taza de fruta o verdura cruda, 2 tazas de verdura de hoja
Incluye los alimentos naturalmente altos en grasas, como aceitunas, aguacates y frutos secos.
En aceites se recomienda el uso de aceite de oliva y de coco. No consumir los de canola, girasol, maíz, soya.
Energía en la lactancia materna.
La producción de 100 ml de leche (aproximadamente 75 kcal) requiere un gasto de 85 Kcal. Durante los primeros 6 meses de la lactancia, la producción media de leche es de 750 ml/día, con unos límites que varían desde 550 hasta más de 1.200 ml/día (Lawrence y Lawrence, 2011).
Las necesidades de energía durante la lactancia son de 330 kcal mayor durante los primeros 6 meses y 400 kcal mayor durante los siguientes 6 meses de la lactancia que para una mujer no embarazada.
Se ha considerado que la producción de leche generalmente cae hasta una media de 600 ml/día después de introducir otros alimentos en la dieta del lactante, por lo que los valores calóricos deben ajustarse individualmente si la mujer desea evitar aumentar de peso.
Ingesta de proteínas en la lactancia materna.
La ingesta recomendada para la lactancia es de 25 g adicionales de proteínas al día, o 71 g de proteínas diarios, basándose en las recomendaciones diarias de 1,1 g/kg de peso corporal de la mujer/día. Debe tenerse en cuenta que el peso corporal a considerar es el peso ideal acorde a la estatura de la mujer.
Las mujeres que han tenido parto por cesárea y las que inician el embarazo con mal estado nutricional pueden necesitar proteínas adicionales.
Ingesta de carbohidratos en la lactancia materna.
La cantidad de carbohidratos que requiere una madre que lacta depende de la actividad de la madre y de la cantidad de las tomas. El principal hidrato de carbono de la leche humana es la lactosa; sin embargo, no existen evidencias de que la ingesta materna de carbohidratos influya en la concentración de lactosa de la leche.
Ingesta de lípidos en la lactancia materna.
Las cantidades recomendadas de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 6 y omega 3 específicos durante la lactancia varían muy poco respecto del embarazo; son cruciales para el desarrollo encefálico fetal y del lactante.
Una o dos racione de pescado a la semana cubren estas necesidades (arenque, atún no enlatado, salmón). La ingesta de grasas trans debe mantenerse al mínimo para reducir el potencial de aparición en la leche.
El lactante con alimentación materna obtiene el DHA a través de la leche materna cuando la madre come cantidades suficientes de alimentos que lo contengan.
Si la madre que lo alimenta exclusivamente al pecho no consume pescado o suplementos de DHA, debe administrarse un suplemento de este al lactante. La mayor parte de las fórmulas para lactantes están enriquecidas con DHA.
Si se eligen al menos algunas de las fuentes de DHA elevado, pueden mejorar los resultados del embarazo y del neurodesarrollo y la agudeza visual del lactante.
La leche humana contiene de 10 a 20 mg/dl de colesterol resultante de un consumo aproximado de 100 mg/día, y se ha determinado que es esencial para la dieta del lactante. La cantidad de colesterol en la leche no refleja la dieta de la madre y disminuye con el tiempo a medida que progresa la lactancia.
Vitaminas y minerales en la lactancia materna.
Vitamina D.
El contenido de vitamina D de la leche esta relacionado con la ingesta materna y con las condiciones ambientales.
Se recomienda que los lactantes alimentados al pecho reciban 400 UI de vitamina D como suplemento diario comenzando al nacimiento, lo que les permite conseguir fácilmente unas concentraciones suficientes de vitamina D.
Con el fin de mantener las concentraciones de vitamina D en la circulación materna y en el suministro de leche, se requiere una dosis diaria de vitamina D.
Los últimos estudios han mostrado que una ingesta materna diaria de 6.400 UI de vitamina D es segura y permite a la madre producir leche que aporte cantidades adecuadas de vitamina D al niño con lactancia materna exclusiva sin necesidad de darle suplementos adicionales (Hollis, 2015).
Calcio.
Debe estimularse a las madres lactantes a cubrir sus necesidades de ingesta de calcio a partir de la dieta, su contenido en la leche materna no se relaciona con la ingesta. (Sawo et al,2013).
Yodo
Los valores de yodo en la leche materna son particularmente importantes para el neurodesarrollo apropiado del lactante, y la ingesta requerida es casi el doble de los valores en mujeres no embarazadas.
Las concentraciones de yodo en la leche se consideran adecuadas para cubrir las necesidades nutricionales del lactante cuando la madre lo ingiere en las cantidades suficientes en los alimentos que consume.
El hipertiroidismo y el hipotiroidismo pueden afectar a la producción de leche y por ello las madres deben elegir fuentes alimentarias como sal yodada, alimentos lácteos, productos marinos como las algas sin exagerar su consumo.
Las recomendaciones de la American Academy of Pediatrics establecen que las mujeres deben asegurar una ingesta diaria de 290 microgramos de yodo, lo que generalmente requiere suplementos de 150 microgramos/día.
Zinc.
Los requerimientos de zinc son mayores que durante el embarazo, la leche materna aporta la única fuente de zinc a los lactantes con alimentación materna exclusiva, que también sigue siendo una fuente importante de zinc para los niños después de la lactancia si continúan con alimentación al pecho.
Vitamina B12 y madres veganas.
Para las madres lactantes que siguen una dieta vegana estricta sin ningún producto de origen animal se recomienda encarecidamente un suplemento de vitamina B12.
La leche de la madre vegana puede ser gravemente deficitaria en vitamina B12, conduciendo a una deficiencia en el lactante que, si no se trata, puede llevar a retraso del crecimiento y una lesión permanente del sistema nervioso.
Sodio.
La ingesta de sodio durante la lactancia debe controlarse mediante la inclusión de una dieta compuesta de alimentos ricos en valor nutricional que sean naturalmente bajos en sodio.
Aunque no existe una recomendación o restricción especifica para el sodio en la dieta de las madres lactantes, se ha establecido una relación entre la ingesta de sodio de las madres y el éxito de la lactancia.
Los investigadores encontraron que las madres con preferencia por una ingesta baja en sal tenían mayor frecuencia de lactancia con éxito después de los 7 días en comparación con las madres que preferían mucha sal.
Las madres con preferencia por la sal elevada tenían la menor duración de lactancia materna exclusiva, hasta el día 25 posnatal (Verd et al.,2010).
Líquidos durante la lactancia materna.
La madre debe beber en función de la sed, no debe sentirse forzada a ingerir líquidos, ya que no es beneficioso y puede producir malestar. La bebida de elección es el agua.
Cafeína en la lactancia materna.
La cafeína es aceptable en cantidades moderadas (menos de 300 mg/día) y no representa un problema para el lactante a término sano.
En cambio, si la madre está criando un lactante pretérmino, el niño puede ser particularmente sensible a grandes ingestas de cafeína.
En este caso se aconseja que la madre observe estrechamente si su hijo presenta signos de sobre estimulación, como estar inusualmente irritable o no ser capaz de calmarse fácilmente.
Puede llevar varios días después de reducir la ingesta de cafeína que la madre aprecie una diferencia en los síntomas del niño.
No existe evidencia de que la cafeína afecte a la producción de leche, aunque si el niño está sobre estimulado puede no mamar bien, lo que lleva a una lactancia disfuncional y finalmente a la reducción del suministro de leche en la madre.
Ingesta de alcohol en la lactancia materna.
Lo ideal es que las madres lactantes no consuman ningún tipo de alcohol.
No se ha establecido una cantidad segura de alcohol para la madre lactante, pero las recomendaciones consisten en limitar la ingesta a 0,5 g de alcohol/kg de peso corporal materno (AAP,2012).
Para una madre de 60 kg, esto equivale aproximadamente a 60 ml de licor, 240 ml de vino o dos cervezas al día. Los valores máximos de alcohol aparecen cerca de media a 1 hora después de beber.
Las madres deben discriminar acerca de la ingesta de alcohol si están criando un niño prematuro, pequeño o enfermo porque pueden afectarse mucho más que los niños mayores más maduros.
Galactogogos.
Una preocupación frecuente entre las madres lactantes es el bajo suministro de leche al recién nacido.
Los galactogogos, o estimulantes de la producción de leche, pueden clasificarse como medicamentos, hierbas o alimentos, cada uno con diferentes resultados.
Cuadro 2. Listado de galactogogos.
Clase de galactogogo | Sustancia específica | Comentarios |
Medicamentos | Domperidona | Aumenta la prolactina y ha probado ser útil como galactogogo, pocos efectos sobre el sistema nervioso central, como depresión, dosis recomendada: 10-20 mg orales 3-4 veces día. |
| Metoclopramida | Aumenta la prolactina, los efectos colaterales pueden ser diarrea, sedació, malestar gástrico, náuseas, síntomas extrapiramidales, depresión grave, dosis 10-15 mg orales 3 v/día |
Hierbas | Fenogreco (Trigonellafoenum Graecum) | Los efectos colaterales son olor de la orina a jarabe de arce (madre y niño) puede causar diarrea, hipoglucemia, dificultad respiratoria. No tomar durante el embarazo |
| Cardo lechero (silybummarianum) | Reputación como galactogogo no documentada. Efectos colaterales son digestivos leves, dosis 420 mg día o 2-6 tazas de infusión al dia |
| Hierbas cocinadas: anis, ajenuz, comino, cilantro, eneldo, hinojo | Eficacia no documentada. La potencia de los ingredientes del producto puede variar dependiendo la planta |
Dra. Marleny Beltrán Floriano.
Médico y Cirujano.
Diplomado en Medicina Estética.
Bibliografía
Lawrence RA, Lawrence RM: Breastfeeding; a guide for the medical profession, ed 7, Maryland Heights, Mo, 2011, Elsevier Mosby.
L.Kathleen Mahan, Janice L. Raymond, Krause Dietoterapia, 2017 Barcelona España