El término crononutrición es relativamente nuevo, se basa en la idea de que el tiempo y distribución de la ingesta de alimentos, puede ser afectada por el ritmo circadiano, el cual juega un papel critico en la regulación de la mayoría de procesos fisiológicos.
Ritmos biológicos en la fisiología humana.
Los ritmos biológicos ocurren naturalmente en varios procesos fisiológicos dentro del cuerpo humano, y se clasifican de la siguiente manera:
Ritmo circadiano.
Ciclo natural de cambios físicos, mentales, comportamentales y fisiológicos, que experimenta el cuerpo humano en 24 horas.
Se ven afectados principalmente por la luz solar y la oscuridad, y regula varios procesos como el ciclo del sueño – despertar, secreción de hormonas y metabolismo.
Ritmo ultradiano.
Estos ritmos completan su ciclo en menos de un día, es decir, en un solo día nuestro cuerpo puede experimentar varios ciclos utradianos. Algunos ejemplos son el ciclo hambre – saciedad y la sed.
Ritmos infradianos.
Son aquellos con periodos mayores a un día. Algunos ejemplos son el ciclo menstrual, o los cambios de humor que sufren algunas personas en ciertas estaciones.
Disrupciones en cualquiera de estos ciclos, puede implicar un impacto en la salud o el bienestar de la persona.
La alteración de los ritmos ultradianos, son más proclives a desencadenar síntomas como fatiga, cansancio mental, falta de concentración y alteración del estado de ánimo; mientras que las alteraciones de los ritmos infradianos se manifiestan con alteraciones menstruales y cambios en el estado de ánimo.
Factores que afectan los ritmos fisiológicos.
Hay muchos factores que causan una alteración de los tres tipos de ritmos fisiológicos.
Factores internos.
Factores psicológicos como el estrés, se convierten en manifestaciones biológicas, que producen cambios hormonales, con alteraciones en los ritmos infradianos, desencadenado desordenes menstruales o cambios en el estado de ánimo de quién lo padece.
Factores externos.
El medio ambiente influye en los ritmos biológicos, por ejemplo, los horarios de trabajo nocturno, o viajes internacionales con cambios frecuentes en husos horarios, pueden causar disrupción con supresión en la producción de la hormona melatonina la cual regula el sueño.
En el largo plazo, estas alteraciones se han relacionado con patologías como diabetes mellitus 2, enfermedades psiquiátricas, patologías cardiovasculares y cáncer.
Crononutrición y Cronotipos.
Cronotipo se refiere a la naturaleza única de los ciclos para cada individuo, todas las personas no son iguales, para algunas es mejor levantarse temprano y el trabajo rinde durante la mañana, en contraposición hay personas que se levantan tarde y se mantienen alertas en la tarde.
Esto es importante porque varios estudios han encontrado que cronotipos en los que la persona se levanta temprano, tiene menos riesgos de obesidad, Diabetes tipo 2, y enfermedades cardiovasculares, comparado con aquellos con cronotipo en que se levantan tarde (J.L Romero-Cabrera et al), (S. Lotti, et al).
Crononutrición y patrones de consumo de alimentos.
En términos generales los patrones de consumo de alimentos pueden dividirse en tres:
- Patrón de ingesta regular de alimentos con tiempos y periodos específicos de alimentación, que se ha relacionado con beneficios para la salud.
- Patrón desordenado de ingesta, en la que hay variación de la hora, las porciones y frecuentemente ingesta de alimentos procesados, que puede conducir a un detrimento metabólico, que puede llevar a varias enfermedades como la obesidad y la diabetes.
- Ayuno intermitente, consiste en dejar una ventana de al menos 18 horas sin consumir alimentos, excepto agua. Varios estudios han demostrado un impacto positivo en la salud, incluyendo el tratamiento para reducir el peso, dentro de este grupo se puede considerar la dieta keto.
Sueño y crononutrición.
El sueño y la nutrición tienen un efecto bidireccional y cada uno afecta al otro.
La falta de sueño se ha asociado con mayor consumo de calorías y bajo consumo de frutas y vegetales. Por otro lado, la dieta puede influenciar los patrones de sueño, alto consumo de azúcar y grasas saturadas, se ha asociado con una pobre calidad del sueño; en contraste el alto consumo de fibra, frutas y vegetales se ha asociado con una mejor calidad y duración del sueño (R.R. Markwald, et al).
Una explicación al fenómeno antes mencionado, es el hecho que la privación del sueño, se disminuye la secreción de leptina por parte del tejido adiposo, que actúa el cerebro como una señal para reducir el hambre; por el contrario, aumenta los niveles de grelina que tiene un efecto contrario, aumentando la sensación de hambre.
Algunos estudios han demostrado que personas expuestas a luz artificial nocturna y privación de sueño, tienen mayor índice de cáncer de mama, cáncer de próstata. La disrupción de secreción de melatonina puede ser una explicación, ya que esta actúa como antioxidante y anticancerígeno.
Crononutrición y microbiota intestinal.
La microbiota intestinal (antes llamada flora intestinal) funciona como un órgano adicional, tiene funciones en el metabolismo de los alimentos, secreción de neurotransmisores y otras que todavía se están investigando.

Imagen 1. Representación esquemática de microbiota intestinal. Fuente: redfarma.es
La microbiota es un órgano viviente, que nunca está estático, sino, que, por el contrario, exhibe cambios en la composición bacteriana a medida que transcurre el día.
Disrupciones en los patrones del sueño, como los que ocurren en personas con trabajos nocturnos o individuos con insomnio, pueden conducir a alteraciones de la microbiota.
La nutrición, es la variable de más impacto en los cambios de la microbiota intestinal, una dieta balanceada, rica en frutas, vegetales, frutas, granos enteros, proteínas y grasas saludables, ha demostrado que promueve una microbiota intestinal saludable.
Algunos alimentos funcionales como los compuestos fenólicos y la fibra, modulan el ritmo circadiano a través de la microbiota intestinal, que es capaz de secretar neurotransmisores. Sin embargo, los mecanismos exactos por los que sucede esta regulación, todavía se encuentran bajo investigación (Herber, D., Zhaoping, L., Ordovas).
Crononutrición e interacción con genes relacionados con la nutrición.
Ya se sabe que el ritmo circadiano está regulado por cuatro genes maestros (CLOCK, PER, CRY, BMAL1), que, a su vez, regulan la expresión de otros genes involucrados con el metabolismo energético y la homeostásis.
Polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) que se han detectado en el gen CLOCK (rs4580704 [C>G]) se han relacionado con alteración del metabolismo de las grasas, resistencia a la insulina, obesidad, diabetes tipo 2. La intervención de estos pacientes con dieta mediterránea, ha logrado disminuir el progreso de las enfermedades mencionadas anteriormente.
Igualmente el SNP en el gen CRY rs2287161 predispone a alteración en el metabolismo de los carbohidratos y resistencia a la insulina (H.S. Dashti et al.).
Se encuentra en investigación optimizar dietas personalizadas que permitan interaccionar con estos genes modulando su expresión, de tal manera que se pueda emplear como tratamientos complementarios en enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes.
Conclusiones.
La crononutrición es un campo emergente que tiene el potencial de revolucionar la forma como se ejerce la nutrición en este momento.
Hay evidencia científica que soporta el uso de la crononutrición para mejorar la nutrición y la salud de las personas, sin embargo, es mucho lo que falta por entenderse en este campo.
Dr. Andrés Naranjo Cuéllar.
Médico y Cirujano.
Máster en Nutrición Humana.

Biblioigrafía.