La disfunción sexual eréctil o simplemente disfunción eréctil se define como la incapacidad para lograr o mantener una erección que permita un desempeño sexual satisfactorio.
Anteriormente se creía que la mayoría de las disfunciones eréctiles obedecían a un componente psicológico, pero con el avance de las investigaciones se ha detectado que hasta un 80% de las disfunciones son de etiología orgánica.
La disfunción eréctil se correlaciona directamente con la edad, síntomas prostáticos y el estado emocional del individuo. A más edad, presencia de síntomas prostáticos e inestabilidad emocional, es más frecuente la disfunción eréctil.
Aunque se considera una enfermedad de personas mayores, los estudios epidemiológicos revelan que 1 de cada 4 hombres menores de 40 años sufren de disfunción eréctil, y en la mayoría de estos casos obedece a etiología psicológica.
Algunos factores de riesgo de disfunción eréctil son el tabaquismo, la obesidad, hipertensión, diabetes, hipellipidemia, enfermedades cardiovasculares, estrés, ansiedad y depresión.
La disfunción eréctil se considera un predictor de enfermedades cardíacas, ya que muchos casos de enfermedades coronarias e infartos del miocardio son precedidos por disfunción eréctil.
Mecanismos fisiopatológicos de la disfunción eréctil
El reflejo de erección tiene dos mecanismos claramente descritos: mediante la estimulación directa del pene, que se ejecuta a través de los nervios periféricos de la parte inferior de la médula espinal; y la erección psicógena que se obtiene por estímulos eróticos, y está a cargo del sistema límbico en el cerebro.
En cualquiera de los dos casos el proceso fisiológico de erección es el mismo:
El pene permanece en su estado flácido cuando el músculo liso está contraído. La contracción del músculo liso está regulada por una combinación de control adrenérgico (noradrenalina), control miogénico intrínseco y factores de contracción derivados del endotelio (prostaglandinas y endotelinas).
Tras la estimulación sexual, la erección se produce después de que se libera óxido nítrico (NO) de las fibras nerviosas no colinérgicas no adrenérgicas (NANC) y se libera acetilcolina de las fibras nerviosas colinérgicas parasimpáticas.
El resultado de las vías de señalización subsiguientes es un aumento de las concentraciones de GMP cíclico (cGMP), una disminución de los niveles de Ca2+ intracelular y la relajación de las células del músculo liso.
A medida que el músculo liso se relaja, la sangre puede llenar los espacios lacunares en los cuerpos cavernosos, lo que lleva a la compresión de las vénulas subtunicales, que a su vez bloquea el flujo venoso (veno-oclusión).
Todo este proceso de ingreso de sangre al pene y el evitar que la sangre salga, es lo que se traduce en la erección.
La disfunción eréctil puede ocurrir cuando se interrumpe cualquiera de estos procesos.
Para que el pene vuelva a su flacidez el proceso se invierte ya que el cGMP es hidrolizado por la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5).
Imagen 1, Representación esquemática del proceso molecular de liberación de Óxido Nítrico (ON) por parte de las células nerviosas no colinérgicas no adrenérgicas (NANC) marcada como Cell 1.
El ON tiene como precursor el aminoácido L-arginina, el ON ejerce su función en las células del músculo liso señalado como Cell 2. El ON ejerce su acción con aumento de los niveles de cGMP intracelular, disminución de los niveles de Calcio y relajación del músculo liso.
La relajación del músculo liso permite la entrada de sangre a los cuerpos cavernosos y simultáneamente compresión de vénulas subtinicales bloqueando la salida de sangre del pene.
El proceso se revierte a medida que la enzima Fosfodiesterasa 5 (PDEs) hidroliza el cGMP. Fuente: Cristos, M
Disfunción eréctil psicógena.
Es conocida como disfunción eréctil no orgánica, psicógena o mediada por adrenalina.
El estrés, la ansiedad y la depresión dificultan mantener la erección antes y durante la relación sexual, se cree que esta condición está relacionada con la activación del sistema simpático, principalmente la liberación de noradrenalina que es un neurotransmisor anti eréctil.
Disfunción eréctil de causas no endocrinas.
Causas Neurogénicas:
Es causada por déficit de la señal nerviosa al cuerpo cavernoso. Pueden ser secundarias a enfermedad de Parkinson, Esclerosis Múltiple, Diabetes Mellitus, traumas de columna, discopatía lumbar o posterior a prostatectomía radical.
Causas vasculares:
La enfermedad vascular o disfunción endotelial es la causa más común de disfunción eréctil. Toda condición que predisponga a enfermedad arterial puede ser causa de la disfunción, diabetes, hipertensión, hipelipidemia, tabaquismo.
Existe un doble efecto por el cual las alteraciones vasculares producen disfunción eréctil:
Por un lado hay limitación en el influjo de sangre hacia los cuerpos cavernosos.
Por otro lado, la hipoxia o baja oxigenación de las células vasculares del pene produce apoptosis o muerte celular, y es reemplazado por tejido fibrótico que disminuye la elasticidad del pene.
Causas medicamentosas:
La lista de medicamentos han sido asociados con disfunción eréctil es larga: antihipertensivos como las tiazidas y beta bloqueadores; medicamentos antiarrítmicos como la digoxina;, casi todos los medicamentos antipsicóticos; algunos medicamentos antidepresivos; varios medicamentos anticonvulsivantes y los opiáceos que se utilizan para el dolor
Orientación diagnóstica.
Como hemos visto, la disfunción eréctil es una enfermedad multifactorial por lo tanto la exploración clínica no se debe limitar exclusivamente a los genitales.
La testosterona es el principal regulador del desarrollo del pene. La testosterona ejerce su función en tres niveles: los núcleos del cerebro (preóptico, hipotalámico y amígdala) aumentando el deseo sexual; ganglios pélvicos de la médula espinal, y el tejido del pene en las células musculares lisas de los cuerpos cavernosos produciendo la relajación del músculo liso del pene facilitando la erección.
En el hipogonadismo los testículos no son capaces de secretar suficiente testosterona, frecuentemente este padecimiento se asocia con altos niveles de hormona luteinizante (LH)
La hiperprolactinemia y el hipotiroidismo son las otras dos causas de disfunción eréctil.
H2 Paraclínicos de utilidad en la disfunción eréctil.
Averiguar si el paciente es diabético por lo que una curva de tolerancia a la glucosa y la hemoglobina glicosilada pueden ser de utilidad.
Descartar causas endocrinas por lo que los niveles de hormona luteinizante (LH), testosterona, prolactina, TSH, T4 libre, son de importancia.
Investigar la condición cardíaca del paciente con exámenes individualizados, ya que la disfunción eréctil puede ser un predictor de un evento cardíaco.
Buscar enfermedades neurológicas como el parkinson, esclerosis múltiple.
Los pacientes con prostatismo se deben evaluar con una ecografía de próstata y del tracto urinario.
El estudio psicológico del paciente no debe faltar.
Tratamiento
Modificación de los estilos de vida.
La modificación de los estilos de vida tiene el mayor rol en el manejo de la disfunción eréctil.
Una dieta adecuada, evaluación de medicamentos que puedan estar contribuyendo con la enfermedad, ejercicio 30 minutos diarios, eliminar el tabaquismo y disminuir el consumo de alcohol y control de la ansiedad, se deben considerar en el tratamiento de esta enfermedad.
Tratamiento Alopático.
Los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (sildenafil. [viagra]; el vardenafil [levitra] y el tadalafil [cialis]) son los medicamentos más empleados para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Se han registrado casos de muerte por infarto durante las relaciones sexuales en pacientes que usan los inhibidores de la fosfodiesterasa 5. Están totalmente contraindicados en pacientes cardíacos que usan nitroglicerina.
Al ser metabolizados por las isoenzimas CYP3A4, tienen interacción con una gran cantidad de medicamentos, por lo que se debe evaluar muy cuidadosamente en pacientes polimedicados.
Tratamiento alternativo.
Medicamentos funcionales.
El tratamiento funcional de la disfunción eréctil está dominado por la L-arginina.
La L-arginina se encuentra naturalmente en los alimentos de origen animal (carne, pollo, pescado y lácteos), es el precursor del óxido nítrico, que como vimos anteriormente es la sustancia que inicia el proceso molecular de erección del pene.
Dosis de 2 a 5 gramos de L-arginina pueden mejorar la disfunción eréctil, este medicamento se puede tomar conjuntamente con los inhibidores de la fosfodiesterasa 5.
Otros productos que cuentan con estudios con resultados positivos son el Ginko Biloba, el Ginseng y la L-carnitina.
Medicamentos Biorreguladores.
En la medicina homotoxicológica se destacan la Damiana (Turnera diffusa), una planta que se extiende desde México hasta Brasil, ha demostrado propiedades afrodisíacos en estudios en animales, se emplea homeopatizada para el tratamiento de esta patología.
El Ginseng homeopatizado también es empleado en estas preparaciones. Compuestos que actúan disminuyendo la ansiedad como el Lycopodium clavatum.
Bibliografía
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