fbpx
fructosa

La fructosa que anteriormente solo se encontraba en las frutas, se convirtió en un componente importante de la dieta moderna a través de una mayor ingesta de sacarosa (que consiste en una molécula de glucosa y una molécula de fructosa) (Hanover & White, 1993).

La fructosa es un azúcar natural presente en muchas frutas, pero también está presente en varios alimentos industrializados a los cuales se les adiciona como endulzante en diversas presentaciones, uno de ellos, el jarabe de maíz, que actualmente se agrega a bebidas y alimentos procesados. (Hanover & White, 1993).

¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando consumimos fructosa de manera excesiva?

En comparación con la glucosa, la fructosa tiene un índice glucémico más bajo, no genera una respuesta de la insulina, y presenta una capacidad endulzante ligeramente mayor.

Sin embargo, desafortunadamente, la fructosa también es un potente lipogénico (contribuye a la formación de triglicéridos) y adipogénico (ayuda a la formación de adipocitos que son las células que forman la grasa) (Bray et al., 2004).

La fructosa se metaboliza principalmente en el hígado; cuando es absorbida por el hígado, el ATP (Adenosin Trifosfato, sustancia de las células vivas que proporciona la energía necesaria para muchos procesos metabólicos), disminuye rápidamente a medida que el fosfato se transfiere a la fructosa (Bray et al., 2004).

La reducción de energía disponible por la ingesta de fructosa, aumenta la lipogénesis y también la producción de ácido úrico.

Podemos resumir los efectos que produce el consumo excesivo de fructosa en nuestro organismo asi:

  • Aumento del contenido de grasa intrahepática (hígado graso no alcohólico).
  • Aumento en los niveles de triglicéridos.
  • Aumento de la masa adiposa (grasa) en el cuerpo.
  • Aumento de peso.
  • Aumento de producción de ácido úrico.
  • Trastornos metabólicos.
  • Resistencia a la insulina.
  • Diabetes tipo 2.
  • Inflamación.
Efectos de la fructosa

Imagen 1. A la izquierda vemos los efectos metabólicos adversos del consumo excesivo de fructosa presente en los alimentos industrializados. A la derecha, las frutas, que contiene fibras, copuestos fenólicos y antioxidantes que ayudan a disminuir el riesgo de causar daño metabólico por la fructosa natural de la fruta. Fuente: (Carvallo et al., 2019).

Fuentes de Fructosa.

Es importante tener en cuenta que los efectos en el cuerpo humano por el consumo de fructosa dependen de la fuente de la cual proviene la misma.

Si la fructosa que consumimos proviene de una fruta, su cantidad es menor, además, al venir acompañada de los componentes que ya señalamos, pueden combatir los efectos adversos de la fructosa y es mucho menos dañina.

Se recomienda, siempre ingerir la fruta entera en vez de los zumos de frutas, en porciones de 1 a 2 raciones diarias.

Por el contrario, la fructosa industrial conocida como jarabe de maíz rico en fructosa, la cual se obtiene por isomerización continua de la glucosa producida a partir de almidón de maíz, no contiene fibra y si otros componentes químicos, haciendo que se convierta en un producto altamente dañino para nuestra salud.

El jarabe de maíz rico en fructosa, es muy utilizado en productos industrializados por presentar bajo costo y un alto poder edulcorante, está presente en golosinas, pasteles, cereales de desayuno, barras energéticas y bebidas endulzadas, siendo este el principal mecanismo de la ingesta excesiva de fructosa por la población (Hanover & White, 1993).

Se estima que el consumo promedio de bebidas gaseosas endulzadas con fructosa, ha aumentado sostenidamente en los últimos años y es equivalente a 300 ml al día por persona, a nivel mundial. (Crovento & Uauy,2010).

fructosa fuentes

Imagen 2. Representación esquemática de las fuentes de fructosa, saludables y no saludables.

Relación entre fructosa y aumento de peso corporal.

La fructosa no produce el nivel de saciedad que se observa después de una comida a base de glucosa.

Adicionalmente, se ha establecido la relación entre el consumo de fructosa y el aumento de peso corporal debido a que la insulina y la leptina, que son hormonas que proporcionan señales regulan la ingesta de alimentos y la homeostasis energética, son afectadas por la fructosa.

Otro efecto metabólico de la fructosa, es que atenúa la supresión posprandial de la grelina (hormona que estimula el hambre), lo que podría contribuir al aumento de ingesta de comida y por tanto al incremento de peso. (Schaefer et al., n.d.).

Fructosa y resistencia a la insulina.

Las primeras alteraciones que se producen en nuestro organismo por el consumo excesivo de fructosa son el aumento del estrés oxidativo, la inflamación, aumento de triglicéridos y la resistencia a la insulina.

Una dieta rica en fructosa, produce resistencia a la insulina en el hígado y en los tejidos periféricos en personas sanas, la resistencia a la insulina está íntimamente ligada a los trastornos del metabolismo de las grasas.

Fructosa e hígado graso no alcohólico.

El hígado graso no alcohólico hace referencia al daño hepático que inicia con esteatosis (acumulación patológica de grasa intracelular en un órgano, para este caso el hígado) que puede progresar a una condición más severa con inflamación, cirrosis, (cicatrices que se forman por daños en las células del hígado) y falla hepática.

Actualmente el hígado graso no alcohólico ha emergido como la causa más importante de enfermedad hepática en el mundo, tanto en niños como adultos, junto con esto, la prevalencia y severidad del hígado graso no alcohólico ha sido relacionada al aumento en la incidencia de obesidad y diabetes mellitus tipo 2 en la población.

La fructosa se metaboliza casi completamente en el hígado y se utiliza en la reposición del glucógeno hepático (el glucógeno tiene como función liberar glucosa en el torrente sanguíneo cuando el nivel de glucosa baja, en la sangre de una persona) y síntesis de ácidos grasos.

Se ha observado que las dietas con alto contenido de fructosa aumentan la concentración de triglicéridos en el plasma y estimulan la lipogénesis de novo (formación de las células que forman las grasas) a nivel hepático.

Al aumentar la lipogénesis, incrementa la síntesis de apolipoproteína B, que antecede al aumento de la formación del colesterol VLDL, además de generar ácidos grasos para la producción de triglicéridos en el hígado

Síndrome metabólico.

La fructosa podría aumentar el riesgo metabólico al promover el deposito de grasa visceral e intrahepática, la hipertrigliceridemia y la hipertensión (Rosset et al., 2016).

Según Bastard et al., en un estudio realizado en el 2006, se observaron marcadas diferencias en los efectos metabólicos de la fructosa y la glucosa durante un estudio ambulatorio de 8 semanas.

Las bebidas azucaradas con fructosa promovieron los depósitos de grasas intrabdominales y la producción de lípidos hepáticos, aumento del colesterol y disminución de la sensibilidad a la insulina, en mayor proporción que las endulzadas con glucosa.

¿Cuánto es el consumo excesivo de fructosa?

Se considera que el umbral de toxicidad de la fructosa esta en torno a los 50 gramos día, se considera que un consumo mayor a esta cantidad, puede estar relacionado con el desarrollo de Síndrome metabólico (Sánchez-Lozada et al., 2010).

Antes de la industrialización de alimentos, el consumo promedio de fructosa era de 15 gr de fructosa al día, hoy en día el consumo promedio de un adolescente es de 72,8 gr día, debido a que la fructosa ha sido utilizada en diversas bebidas y alimentos ultraprocesados y así, ha aumentado drásticamente su consumo en las últimas décadas (Sánchez-Lozada et al., 2010).

Para hacernos una idea de cuanto estamos consumiendo de fructosa en nuestra dieta diaria, podemos observar el contenido de la misma en estos alimementos.

Cuadro 1. contenido de fructosa en diversos alimentos.

fructosa en frutas
contenido de fructosa

Fuente: https://www.funmeddev.com/img/fichier_bfdd48ecd548d3b078558eddbdb01f70.pdf

Conclusiones.

En los últimos años el consumo de fructosa de origen industrial se ha venido incrementando de forma alarmante, debido a su presencia en gran cantidad de alimentos atractivos para los consumidores como son las golosinas, los cereales para el desayuno, las barras energéticas, y bebidas azucaradas.

La ingesta de fructosa en forma excesiva, especialmente la de origen industrial causa efectos nocivos en nuestra salud, entre ellos hígado graso, síndrome metabólico, aumento de peso y resistencia a la insulina.

Lo ideal es el consumo de fructosa natural, proveniente de las frutas, consumiendo una o dos unidades por día, preferiblemente entera a los zumos.

Dra. Marleny Beltrán Floriano.

Médica y Cirujana.

Diplomado en Medicina Estética.

Fructosa 1

Bibliografía.

Bray, G. A., Nielsen, S. J., & Popkin, B. M. (2004). Consumption of high-fructose corn syrup in beverages may play a role in the epidemic of obesity. Am J Clin Nutr, 79, 537–580.

Carvallo, P., Carvallo, E., Barbosa-Da-Silva, S., Carlos, ;, Mandarim-De-Lacerda, A., Alfonso Hernández, ;, & Del Sol, M. (2019). Efectos Metabólicos del Consumo Excesivo de Fructosa Añadida Metabolic Effects of Excessive Fructose Consumption Added. Int. J. Morphol, 37(3), 1058–1066.

Hanover, L. M., & White, J. S. (1993). Manufacturing, composition, and applications of fructose. The American Journal of Clinical Nutrition, 58(5), 724S-732S. https://doi.org/10.1093/AJCN/58.5.724S

Rosset, R., Surowska, A., & Tappy, L. (2016). Pathogenesis of Cardiovascular and Metabolic Diseases: Are Fructose-Containing Sugars More Involved Than Other Dietary Calories? Current Hypertension Reports, 18(6). https://doi.org/10.1007/S11906-016-0652-7

Sánchez-Lozada, L. G., Mu, W., Roncal, C., Sautin, Y. Y., Abdelmalek, M., Reungjui, S., Le, M., Nakagawa, T., Lan, H. Y., Yu, X., & Johnson, R. J. (2010). Comparison of free fructose and glucose to sucrose in the ability to cause fatty liver. European Journal of Nutrition, 49(1), 1. https://doi.org/10.1007/S00394-009-0042-X

Schaefer, E. J., Gleason, J. A., & Dansinger, M. L. (n.d.). The Journal of Nutrition Supplement: The State of the Science on Dietary Sweeteners Containing Fructose Dietary Fructose and Glucose Differentially Affect Lipid and Glucose Homeostasis 1-3. https://doi.org/10.3945/jn.108.098186

 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16613757/

Drogas fármacos y Venenos. David Sucunza. (2021) Ministerio de Cultura y Deporte de España.

!Déjanos tu comentario!

Blogs Recientes

¡Síguenos!

Blogs del mes