Aunque en el momento no hay cura para la demencia tipo Alzheimer, los científicos se han abocado a buscar compuestos que permitan ralentizar su avance, disminuir el deterioro de los pacientes y lograr mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Si bien son varios los productos que se han ensayado, son pocos los qué han demostrado una eficacia comprobada mediante ensayos clínicos, uno de esos es la lecitina de soya y sus derivados.
Los fosfolípidos, componentes de la membrana celular.
Para relacionar la lecitina de soya con la salud cerebral, es importante primero precisar algunos conceptos:
La membrana celular, cumple funciones de protección, además de qué regula la entrada de nutrientes y electrolitos a la célula, el mayor componente estructural de la membrana celular es un tipo de grasa llamado fosfolípido.
Un fosfolípido es una molécula compuesta de una cabeza de glicerol unido a un grupo fosfato y dos patas de ácidos grasos.
La cabeza es polar, esto quiere decir que es afín al agua; mientras que las dos patas son apolares o hidrofóbicas, repelen el agua
Figura 1. Estructura química de un fosfolípido.
Estructura de la membrana celular y su relación con la lecitina de soya.
La membrana celular se compone de una bicapa lipídica, es decir, los fosfolípidos se ubican en dos hileras. Una cabeza al lado de la otra con todas las colas en el medio.
La membrana celular también tiene proteínas incrustadas entre la bicapa lipídica, estas proteínas cumplen diversas funciones, especialmente sirviendo de receptores para señales celulares.
Figura 2. Representación esquemática del modelo de membrana celular de bicapa lipídica propuesto por Singer y Nicholson.
Puesto qué, todos los fosfolípidos no son iguales, es necesario suministrar al organismo fosfolípidos de calidad.
La lecitina de soya y sus derivados, como por ejemplo la fosfatidilserina aportan estos fosfolípidos de buena calidad que la membrana celular necesita para funcionar bien.
Los ácidos grasos monoinsatuados y poliinsaturados (presentes en pescados azules) también aportan ácidos grasos de buena calidad.
Por el contrario, los ácidos grasos hidrogenados presentes en los aceites vegetales ultraprocesados (aceite de maíz, canola, girasol, palma, etc.) no permiten buena fluidez de la membrana celular y son perjudiciales para la salud cerebral.
Lo que hace que un fosfolípido sea de buena calidad o no, depende de la composición de su cola, qué sea móvil, si es rígida, la calidad del fosfolípido disminuye, y por tanto la función de la celula también se ve afectada.
Memobrite, Mega Lecithin y Neuroserine son productos a base de Lecitina de Soya coadyuvantes en el manejo de la demencia tipo Alzheimer.
Un estudio realizado por investigadores alemanes, suizos e israelíes evaluó los efectos de la suplementación de 1.200 mg lecitina de soya, en la memoria y el estado de ánimo de personas mayores, comparado con el placebo.
Aunque el estudio fue pequeño (57 pacientes) cumplió con los estándares metodológicos internacionales y llegó a la conclusión de que la suplementación con lecitina de soya y la fosfatidilserina tiene un efecto positivo sobre la memoria, el estado de ánimo y la cognición en personas mayores, comparado con el placebo.
Dr. Andrés Naranjo Cuéllar.
Médico y Cirujano.
MsC Nutrición.
Bibliografía
Gordillo Bastidas Daniela, Gordillo Bastidas Elizabeth. Nutrición Molecular 1 Ed. McGrawHill 1 Ed 2015.
Harper Langer, Bioquímica Ilustrada. 2017. 31 Ed McGrawHill.