Los seres vivos cumplen un ciclo de vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren. Igual ocurre con las células, vienen genéticamente diseñadas para cumplir sus funciones, y finalmente morir; si hay una célula enferma que no está funcionando bien, se desencadena la muerte celular programada.
Apoptosis, es la muerte celular programada de las células bien sea porque cumplieron su ciclo de vida o porque el organismo o la misma célula detectó una anomalía y se genera una orden de muerte a la célula.
En las neoplasias la apoptosis se encuentra inhibida por lo tanto, la célula cancerosa no muere y sigue dividiéndose desordenadamente hasta invadir tejidos vecinos afectando la función del órgano afectado.
¿Cómo se produce la apoptosis?
Dos vías controlan la muerte celular programada o apoptosis, una vía extrínseca en la que factores externos desencadenan la apoptosis y otra vía intrínseca en la que la misma célula cuenta con unos mecanismos de control molecular para desencadenar la apoptosis.
Sin embargo, como veremos enseguida, ambas vías confluyen en la mitad del proceso, pues el mecanismo final de autodestrucción celular es el mismo para ambas vías, la intrínseca y la extrínseca.
Vía intrínseca mediada por mitocondrias:
La vía intrínseca se activa cuando la misma célula detecta que algo internamente dentro de ella no está funcionando bien. El proceso de apoptosis de la vía intrínseca se inicia en la mitocondria, que es el organelo encargado de generar energía para la célula (respiración celular).
La mitocondria es un organelo de dos membranas que guarda un delicado equilibrio de sustancias iónicas (principalmente el hidrógeno H+). Para cumplir su función se apoya en un complejo grupo de proteínas (Bcl2 antiapoptótica y Bax proapotótica) que actúan como sensores para indicar que la función de la mitocondria se está cumpliendo adecuadamente.
Una desregulación en estas proteínas (disminución de Bcl2 o aumento de Bax) alteran la permeabilidad de las membranas mitocondriales y esto permite la salida de varias sustancias que deben estar solo dentro de la mitocondria. Al salir de la mitocondria, estas sustancias (citocromo) se unen a otras sustancias que se encuentran en el citoplasma de la célula (APAF) y desencadena la muerte celular programada en un fenómeno llamado ciclo de las caspasas.
Vía extrínseca mediada por receptores:
Al contrario de lo que sucede en el caso anterior, la célula no ha detectado dentro de ella nada malo, todo está funcionando bien, sin embargo, la orden llega desde afuera de la célula. Algo está pasando en el mismo órgano o en otro órgano del cuerpo, y le llega a la célula la orden de muerte celular programada.
Todas las células del cuerpo humano cuentan con un receptor en su membrana llamado FAAD, a ella se une la señal externa que es la orden de apoptosis, generalmente son moléculas inflamatorias secretadas por otras células (TNF-α, IL-1β, IL-6).
La unión de la señal y el receptor desencadena la orden de muerte celular programada, por el mismo ciclo de las caspasas que vimos anteriormente.
Figura 1 Esquema representativo de la apoptosis o muerte celular programada. Vía extrínseca o mediada por receptor de membrana, en la que una señal externa, generalmente una citoquina inflamatoria tipo TNF-α se une al receptor FADD y desencadena el ciclo de las caspasas. Vía intrínseca en la que un desequilibrio en las proteínas sensoras Bax y Bcl2 alteran la permeabilidad de la membrana mitocondrial, lo que permite la salida de citocromo, que se une al APAF y desencadena el ciclo de las caspasas. En última instancia ambas vías confluyen el ciclo de las caspasas cuya acción final es el daño de la membrana celular, lo que conlleva a la muerte celular. Fuente Elaboración propia
En este orden de ideas, los nutrientes proapoptóticos actúan en calidad de anticancerígenos, mientras que los nutrientes antiapoptóticos actúan en calidad de procancerígenos.
Sin embargo, esto no implica que todos los alimentos antiapoptóticos sean malos, todo lo contrario, hay patologías que requieren el uso de nutrientes antiapoptóticos para controlar ciertas enfermedades, por ejemplo, el manejo nutricional de la enfermedad de Alzheimer requiere la ingesta de varios alimentos antiapoptóticos para disminuir la apoptosis de las neuronas, que se están muriendo aceleradamente en esa enfermedad.
Alimentos proapoptóticos que actúan como anticancerígenos.
Algunos alimentos de origen natural como las frutas y verduras tienen niveles significativos de fitoquímicos que proveen beneficios para la salud, estos compuestos generalmente contribuyen al color y olor de las plantas y en otras ocasiones son sustancias que las plantas emplean para repeler insectos depredadores.
Alimentos que actúan sobre la vía intrínseca de la apoptosis
Carotenoides:
Los carotenoides son compuestos que le dan el color rojo, amarillo y anaranjado a los alimentos, actúan directamente facilitando la liberación del citocromo de la mitocondria. Algunos alimentos ricos en carotenoides son la zanahoria, el tomate, el pimentón. Además los suplementos a base de carotenoides se emplean para mejorar la salud visual.
Compuestos fenólicos:
Son moléculas con estructuras químicas muy variadas, a su vez se clasifican en dos subgrupos:
Compuestos fenólicos flavonoides: dentro de estos se encuentra la quercetina presente en la cebolla y algunos suplementos ricos en quercetina; la Epigalocatequina presente en el té verde, té negro, té rojo, té blanco, té amarillo y té matcha; la teoflavina presente en el cacao 100% sin azúcar; las Isoflavonas abundantes en la soya. Estos compuestos se caracterizan por activar el ciclo de las caspasas, inducción de liberación de citocromo, modulación de las proteínas Bcl-2 / Bax y modulación de la función mitocondrial
Compuestos fenólicos no flavonoides: dentro de estos está el resveratrol abundante en la uva y el vino tinto; el hidroxitirasol presente en el aceite de oliva.
Glucosinolatos:
Son moléculas presentes en plantas de la familia Brassicaceae (Coliflor, Brócoli). Los más conocidos son índoles e isotiocianatos con comprobadas propiedades anticancerígenas. Estos compuestos es preferible ingerirlos de alimentos naturales y preferiblemente no cocinar a altas temperaturas para que se conserven. Sus funciones moleculares están basadas en aumento de la actividad de la APAF y activación del ciclo de las caspasas.
Compuestos Organosulfurados:
El más conocido es la Alicina del ajo, que también se consigue en forma de suplemento de ajo añejado que es sometido a un proceso natural de añejamiento por dos años para concentrar el compuesto bioactivo. Las propiedades saludables del ajo son casi infinitas y dentro de estas está el poder anticancerígeno por dos vías, induce la salida de citocromo de la mitocondria y activa las caspasas.
Alimentos que actúan sobre la vía extrínseca de la apoptosis
Polifenoles:
El nutriente representativo de este grupo es la cúrcuma, la curcumina su principio activo tiene una potente actividad antiinflamatoria, por lo tanto, inhibe sustancias (citoquinas inflamatorias) que como vimos anteriormente, tienen la capacidad de unirse el receptor FADD para desencadenar el ciclo de las caspasas y la apoptosis celular.
El resveratrol ya mencionado y en general las bayas rojas (fresa, frambuesa, mora) también tienen actividad anticancerígena por inhibición de la vía extrínseca de la apoptosis por disminución de la actividad del receptor FADD.
Ácidos Grasos Omega 3.
Los ácidos grasos omega 3 activos son el EPA y el DHA, ninguno de los dos se obtiene de fuentes vegetales. Naturalmente está presente en pescados azules como el salmón, el atún los espadines. En la mayoría de casos hay que suplementarlo, la mejor fuente es el aceite de Krill, que se encuentra libre de mercurio. Siempre que se deseé suplementar hay que buscar un producto que tenga certificado IFOS, que da garantía de calidad del producto.
Como conclusión podemos afirmar que el cáncer se desencadena por un daño en los genes, que puede ser heredado o adquirido. Pero tenemos herramientas nutricionales abundantes para prevenir el cáncer y para ayudar a que los tratamientos con quimioterapia y radioterapia funcionen mejor.
Andrés Naranjo Cuéllar. Médico y Cirujano USCO – Colombia. Máster en Ciencias Avanzadas de la Nutrición Humana VIU – España.
Fernández Musoles Ricardo. (2019) Componentes Funcionales y Bioactivos de los Alimentos. Ed VIU.
Gordillo Bastidas Daniela y Gordillo Bastidas Elizabeth. (2015) Nutrición Molecular. Ed. McGrawHill.
Nieto Fuentes Juan Antonio. (2019) Fundamentos de Nutrición Humana. Ed. VIU.
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