La gastritis es una enfermedad que se produce por la inflamación la mucosa que reviste el estómago.
¿Cuáles son las causas de la gastritis?
Las causas más comunes de gastritis son:
- Medicamentosa (principalmente los AINES [ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, aspirina]).
- Gastritis Alchohólica.
- Infección por Helicobacter Pylori.
- Reflujo biliar hacia el estómago.
Anatomía del estomago.
El estómago es basicamente un músculo hueco cuya función es realizar parte de la digestión de los alimentos.
Esto lo hace mediante una serie de estímulos físicos y químicos como la secresión de ácido clorhidrico (HCL) y enzímas como la pepsina que desdoblan las proteínas en unidades más pequeñas.
Imagen 1. Dibujo representativo de la anatomía del estomago. El estomago está dividido en cinco segmentos, el cardias, fundus, el cuerpo, antro y el piloro. Cada uno de los segmentos tiene funciones específicas. Fuente: www.filadd.com
El estómago comunica con el esófago en su parte superior a través de el cardias, que es una válvula musculosa que evita que el contenido gástrico regrese al esófago, la incompetencia del caridas produce la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERG).
Una vez el estómago ha procesado el alimento, lo convierte en un fluido espeso llamado quimo y pasa a través del esfínter pilorico para continuar su digestión en el intestino delgado.
¿Cuáles son los síntomas de la gastritis?
Los síntomas más comunes son náuseas, vómitos, malestar abdominal que puede ser referido por el paciente como ardor en la boca del estómago, sensación de llenura, distensión abdominal, la gastritis también se puede acompañar de pérdida de apetito y en algunas ocasiones hemorragia gastrointestinal que se puede manifestar con sangre en el vómito (hematemésis) o sangre en la materia fecal (melenas).
A todos estos síntomas juntos se les conoce en el argot médico con el nombre de Síndrome Dispéptico. El principal problema radica en que casi todas las patologías estomacales tienen síntomas parecidos, por lo que es fácil confundir una gastritis con una ulcera o con un cáncer gástrico.
Otro aspecto importante es que la gastritis ocasionalmente puede dar dolor en el pecho, por lo que se debe descartar un dolor de orígen cardíaco antes de diagnosticar gastritis.
¿Cómo se diagnostica la gastritis?
La gastritis puede considerarse un paso inicial hacia el cáncer gástrico, el proceso que suele seguir el cáncer gástrico es: gastritis no atrófica, atrofia, metaplasia intestinal, displasia y finalmente cáncer gástrico.
El método de diagnóstico para todas las enfermedades gástricas es por medio de una Endoscopia (Esofagogastroduodenoscopia) con biópsia. El exámen consisten en introducir un cable con una camara en su extremo para observar la mucosa del tracto gastrointestinal hasta el duodeno.
Video1. Imagen que contrasta una mucosa gástrica sana vs una gastritis atrófica con infección por Helicobacter Pylori.
En este mismo exámen se toman muestras de tejido para analizar el grado del daño en el mismo. En la metaplasia hay un desorden estructural de las células gástricas y la inclusión de unas moléuclas llamadas mucinas ácidas en el interior de las células.
En la displasia ya hay un daño morfológico de las células (crecimiento nuclear y estructura celular alterada [Pleomorfismo]), y un daño estructural mayor de las celulas gástricas.
Helicobacter Pylori y gastritis.
El Helicobacter Pylori es la principal causa de gastritis, ulcera y cáncer gástrico, se estima que la mitad de la población mundial se encuentra infectada por esta bacteria.
El Helicobacter Pylori cuenta con una enzima llamada ureasa, que convierte la úrea en amoníaco y dióxido de carbono; el amoníaco neurtraliza el ácido clorhidico circundante, lo que le permite alcalinizar el ph y poder sobrevivir en un medio tan difícil como el estómago.
Además, el Helicobacter Pylori inyecta proteínas a las células epiteliales del estómgo, lo que ocasiona que estas células no funcionen bien, provoca cambios inflamatorios que paulatinamente pasan a cambios metaplásicos, displásicos hasta llegar al cáncer.
En una investigación de meta-analisis que incluyó 48.064 individuos, se determinó, que aquellas personas a las que se les suministró tratamiento para erradicación del Helicobacter Pylori, tienen menor incidencia de cáner gástrico (Lee et al., 2016)
Por lo tanto, la erradicación del Helicobacter Pylori, es una estrategia mandatoria para reducir la incidencia de cáncer gástrico.
Tratamiento para Helicobacter Pylori.
Tratamiento con medicina funcional.
La infección por Helicobacter Pylori no se resueve de manera expontánea, los riesgos y complicaciones aumentan directamente con la duración de la infección.
El tratamiento con antibióticos (Claritromicina + amoxacilina o metronidazol) es cada vez más resistente, por lo que se hace urgente tener alternativas para erradicación de Helicobacter Pylori (Fischbach & Malfertheiner, 2018).
Son pocos los medicamentos alternativos que cuentan con estudios con eficacia para erradicación de esta bacteria, pero dentro de estos se encuentran los aceites esenciales.
Un estudio analizó la Concentración Minima Inhibitoria al 50% (CMI 50), que es la concentración del aceite capaz de erradicar el 50% de las bacterias presentes, y determinó que los aceites esenciales más activos, con MIC = 15,6 mg/L, fueron los aceites de tomillo, citronela, cedro; y el aceite de orégano MIC = 31,3 mg/L (Korona-Glowniak et al., 2020).
Si bien, hay que señalar que faltan ensayos clínicos que confirmen los resultados experimentales.
El medio ácido del estómago es el ambiente natural del Helicobacter Pylori, esta bacteria cuenta con una enzima llamada ureasa, que descompone la urea en amoníaco y dióxido de carbono, lo que le permite alaclinizar el medio redundante desde un Ph normal del estomago menor a 2, a un Ph mayor a 4 (Camargo, 2012).
Es por esta razón que no encuentro fundamento fisiopatológico para utilizar los medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) tal como el esomeprazol, lansoprazol, omeprazol, en el tratamiento del Helicobacter Pylori, y mucho menos suministrarlo crónicamente a un paciente.
El uso de los IBP produce un estado de aclorhidria, es decir disminución de la producción de ácido del estómago, que agrava la infección por Helicobacter Pylori (El-Omar et al., 1997).
Si el objetivo es tratar los síntomas de la dispepsia, hay disponibles otras opciones que pueden ser menos agresivas. Pues la alcalinización del estómago disminuye la absorción de la vitamina B12 el calcio y el hierro; es por esta razón que el uso de estos medicamentos se asocia con osteoporosis y fracturas.
Una alternativa a los IBP es el extracto de cadillo (Bidens Pilosa), es una hierba tradicional con propiedades antiinflamatorias con una cantidad de principios bioactivos (glucosidos de poliacetileno, flavonoides, flavonas, auronas, chalconas, ácidos fenólicos terpenos, fitoesteroles etc.), que la hacen muy indicada en esta patología (Xuan & Khanh, 2016).
En una investigación publicada en el 2017, que incluyo un total de 20.215 pacientes, demostró que la suplementación con probióticos mejora la erradicación del Helicobacter Pylori, las cepas más efectivas son el Lactobacillus acidopilus y el Saccharomyces boulardii (Wang et al., 2017).
Otro producto de medicina funcional disponible para la gastritis, es una combinación de clorhidrato de betaína, pepsina y zinc.
El clorhidrato de betaína busca acidificar el estómago, por lo que es común exacerbación de los síntomas al principio del tratamiento con este producto. La pepsina es la enzima principal del estómago, que busca digerir las proteínas, y el zinc es una cofactor de la anhidrasa carbónica, la enzima responsable de la producción de ácido por parte de las células parietales del estómago.
Tratamiento homeopático para la gastritis.
El arsenal terapéutico para la gastritis es amplio, laboratorio LHA cuenta con productos que se complementan mutuamente para un tratamiento completo de esta patología:
Tratamiento Nutricional para la Gastritis.
En todos los pacientes con gastritis atrófica se debe evaluar los niveles de Vitamina B12, Calcio y hierro, puesto que la baja secresión de ácido interfiere con la absorción de estos nutrientes.
Los alimentos ricos en proteína amortiguan temporalmente las secresiones gástricas y pueden reducir los síntomas dispépticos, pero, no existe evidencia de que ningún alimento aislado cambie la evolución de la gastritis.
La mayoría de alimentos son considerablemente menos ácidos que el PH del estómago, pero la sensación de malestar estomacal, si puede desencadenar síntomas en el paciente, por lo que la ingesta de alimentos debe ser acordada de acuerdo a la tolerabilidd del paciente.
Es frecuente que los alimentos picantes (chile, pimenton) puedan desencadenar síntomas en algunos pacientes, por lo que se deben evitar, por el contrario otras especies como la cúrcuma que presenta actividad antiinflamatoria, puede ser beneficiosa.
Lo que sÍ se tiene identificado, son productos que pueden ser nocivos para la mucosa gástrica, el alcohol (de cualquier tipo), el tabaco y para los pacientes que además tienen Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERG) evitar el café (Lammert & Zeeb, 2014).
Conclusiones.
La gastritisa atrófica, la metaplasia, la displasia del epitelio del estómago, son los pasos previos a la aparción del cáncer gástrico.
La principal causa de todas estas patologías es la infección por Helicobacter Pylori, que cada vez es más resistente a los antibióticos, por lo que se hace urgente buscar alternativas para erradicar esta bacteria.
Pese a que el Helicobacter Pylori vive en el medio ácido del estómago, se vale de enzimas para alcalinizar su entorno y poder sobrevivir, los medicamentos inhibidores de la bomba de protones (IBP) producen una hipoclorhidria crónica, que puede agravar la infección por Helicobacter Pylori.
La mejor manera de prevenir estas enfermedades es mediante un estilo de vida saludable, con una dieta adecuada, alcohol con moderación, evitar el tabaco y actividad física regular.
Dr. Andrés Naranjo Cuéllar.
Médico y Cirujano.
MsC en Nutrición.
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