La dieta occidental, rica en alimentos ultraprocesados, baja ingesta de fibra y vegetales son factores de riesgo para cáncer de colon, el 60% de los casos de esta patología se presenta en países desarrollados.
Otros factores de riesgo son los relacionados con antecedentes familiares de cáncer de las vías digestivas, tabaquismo, alcohol, enfermedades inflamatorias del colon y obesidad.
Síntomas del cáncer de colon.
El cáncer de colon no siempre da síntomas, una persona puede tener pólipos colorrectales pre cancerígenos, que son crecimientos anormales de la mucosa del colon, sin que se presenten síntomas.
Sin embargo, pueden ocurrir algunos síntomas que alertan sobre la posible presencia de cáncer de colon:
- Cambios abruptos de hábitos intestinales.
- Sangre en la materia fecal que puede producir anemia.
- Tenesmo, que es la sensación de que el intestino no se vacía totalmente después de defecar.
- Cólicos abdominales.
- Pérdida de peso que no se puede explicar por cambios en los hábitos alimenticios.
- Cuando el cáncer está avanzado hay afectación de ganglios y se puede palpar masas en la región inguinal.
No se ha establecido una relación entre el cáncer de colon y las hemorroides, sin embargo, el sangrado es un síntoma común a ambas enfermedades y todo paciente con sangrado debe someterse a tamizaje para cáncer de colon.
Anatomía del colon.
El colon o intestino grueso, es la parte final del intestino, y se divide en ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, colon sigmoide y recto. La mayoría de los cánceres de colon se presentan en el sigmoide y el recto.
Imagen 1. Diagrama que representa la ubicación del colon en el abdomen.
Ahora bien, en cuanto los tejidos que conforman el colon desde la luz intestinal (parte interna) hacia afuera, encontramos:
- Mucosa.
- Submucosa,
- Capas musculares gruesas.
- Subserosa.
- Serosa.
Imagen 2. Representación esquemática de un corte transversal del colon, que enseña las capas de tejido constituyentes del mismo.
La importancia de la anatomía del colon radica en que dependiendo de la capa afectada, se clasifica el cáncer de colon, y de esta clasificación depende también el tipo de tratamiento.
Clasificación del cáncer de colon.
La clasificación del estadío del cáncer puede ser de dos tipos:
El que se realiza en etapa clínica tomando en cuenta el exámen médico, las biopsias y los estudios por imágen que se le realizan al paciente antes de la cirugía. En este caso se toma en cuenta el grado de afectación del tejido del colon, es decir que tantas capas del espesor ha comprometido el cáncer y se denota con la letra T; si hay compromiso de ganglios o nódulos, se utiliza la letra N; y si hay o no metástasis M.
La otra clasificación se realiza cuando ya se ha realizado la cirugía mediante el estudio del tejido extirpado durante la cirugía, que clasifica el cáncer en 0, I, II, III y IV, dependiendo una combinación de T, N, M, que se encuentre en el tejido. El estadío del cáncer determina las bases para el manejo y pronóstico del paciente.
Diagnóstico del cáncer de colon.
El tamizaje o búsqueda del cáncer por parte del personal de salud y el mismo paciente es la herramienta fundamental para un diagnóstico temprano del cáncer de colon, pues si se diagnostica en estadíos tempranos, el cáncer de colon es totalmente curable.
Las guías de tamizaje varían en cada país, pero se hace regularmente a personas entre 50 y 75 años. Este tamizaje se hace mediante la presencia de sangre oculta en heces y la colonoscopia.
Imagen 3. Fotografía tomada por colonoscopia de lesión sugestiva de cáncer de colon.
Fisiopatología del cáncer de colon.
El cáncer de colon es el resultado de una acumulación de defectos genéticos y proliferación de células epiteliales colónicas en una transformación anormal de la mucosa que se proyecta hacia la luz del intestino, conocido como pólipo o adenoma.
A nivel molecular, hay tres procesos que promueven la formación del cáncer:
Activación de oncogenes.
Varias proteínas ubicadas en la parte interna de la membrana celular, de acuerdo a señales endocrinas, neuronales o de la matrix extracelular, se activan para enviar la orden de replicarse a la célula.
Cuando los genes que codifican estas proteínas sufren mutaciones, dan la orden proliferación sin control a las células con la consecuente generación del cáncer. Un ejemplo de esto son las mutaciones K-ras que se han detectado hasta en el 50% de los cánceres de colon.
Inactivación de los genes supresores de tumores.
Como su nombre lo indica, los genes supresores de tumores se encargan de codificar proteínas que limitan el crecimiento celular. El gen supresor de tumor por excelencia es el p-53 al que también se le llama gen guardián del genoma.
Este gen codifica una proteína llamada p-53, es una proteína que media la reparación de DNA y cuando no se puede reparar, media la apoptosis, que es la muerte celular de las células defectuosas.
En un gran porcentaje de los cánceres de colon, el gen p-53 presenta una alteración.
Alteración de los genes reguladores de la apoptosis.
La apoptosis es una muerte celular programada, que hace parte de la fisiología normal del cuerpo humano. La modulación de la apoptosis puede influenciar la destrucción de las células malignas. Un disbalance en este mecanismo contribuye a la formación del cáncer.
Iniciadores del cáncer en la dieta.
Algunos productos que se consumen pueden ser iniciadores del cáncer.
Aminas aromáticas heterocícilicas, los Hidrocarburos aromáticos policíclicos y las N-nitosaminas son sustancias que contienen los alimentos, especialmente carnes de res, cerdo, pescado o aves, cuando se usan altas temperaturas de cocción o en productos ultraprocesados. Tienen alto potencial carcinogénico por su capacidad de producir cambios en el DNA celular.
Papel de la microbiota intestinal en el cáncer de colon.
La microbiota intestinal o flora intestinal se considera hoy en día otro órgano del cuerpo humano, está constituido por aproximadamente 100 trillones de microbios de diversos grupos de microorganismos y conjuntamente pueden representar hasta 2 kg del peso de una persona adulta.
La microbiota intestinal ejerce una función simbiótica con el hospedero, se nutre del alimento que el humano no puede digerir, y en este proceso genera metabolitos que son beneficiosos para el ser humano.
En efecto, la comunicación bidireccional entre el cerebro y el intestino modula muchas de las funciones autónomas y de comportamiento en los individuos y por eso se le ha llamado a la microbiota el segundo cerebro.
El 90% de proteínas y carbohidratos son digeridos y absorbidos en el intestino delgado, el restante 10%, es la fibra alimenticia, que es fermentada por las bacterias del colon. Una de las sustancias más importantes para prevenir el cáncer de colon son los ácidos grasos de cadena corta (SCFAs),
Los SCFAs: ácido acético, ácido propiónico y ácido butírico (butirato), pero principalmente éste último, sirve de fuente de energía a los colonocitos, que son las células que revisten el epitelio o capa interna del colon, y cumple otras muchas funciones fisiológicas positivas en otros órganos como el sistema nervioso y el sistema inmunológico.
La microbiota, también es capaz de sintetizar vitaminas, como la biotina o vitamina B7 y la vitamina K con acciones biológicas contra el cáncer de colon.
Sin embargo, una microbiota alterada (Disbiosis) por obesidad, tabaquismo, alcohol o estilos de vida poco saludables, también pueden producir tóxicos como el Disulfuro de Hidrógeno (H2S), Especies Reactivas de Oxígeno (ROS), y los ácidos biliares secundarios, todas sustancias proinflamatorias que promueven las mutaciones genéticas y la transformación neoplásica de los colonocitos.
Las investigaciones estiman que el 90% de los casos de cánceres gastrointestinales, obedecen a hábitos dietéticos inadecuados.
Mientras que los nativos africanos consumen altas canidades de fibra dietaria y poco alimento ultraprocesado de orígen animal, los afroamericanos son más propensos a consumir carbohidratos, carnes rojas y grasas saturadas, lo que resulta en una incidencia de 10 veces más de cáncer de colon en los afroamericanos.
Imagen 4. Cuadro resumen de las funciones de la microbiota.
Prevención y tratamiento nutricional del cáncer
Tanto la American Cancer Society (ACS), como la American Instute for Cancer Research (AIRC), hacen las siguientes recomendaciones para disminuir la presentación del cáncer:
- Manténgase tan delgado como sea posible dentro del rango normal de peso corporal.
- Consuma una dieta sana, sobre todo de origen vegetal.
- Limite el consumo de carnes rojas y evite el consumo de carnes procesadas.
- Evite el consumo de bebidas azucaradas.
- Modere el consumo de alcohol, si es mujer máximo una copa al día y si es hombre dos copas.
- Limite el consumo de sal, evite los cereales o legumbres mohosos.
- Adopte un estilo de vida físicamente activo. 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física intensa a la semana.
Investigaciones en animales han demostrado el potencial efecto anticancerígeno de algunos alimentos:
Vitamina C.
La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente involucrado en numerosas funciones bioquímicas en el cuerpo humano, una de las más importantes es servir como antioxidante, lo que evita el daño de los Radicales Libres de Oxígeno (ROS).
La vitamina C actúa de manera selectiva en las células tumorales debido a que estas muestran una concentración más baja de enzimas antioxidantes comparadas con las células normales, por lo que en las células tumorales ante la exposición a esta vitamina hay mayor producción de ROS y por lo tanto daño en el tumor (Efecto citotóxico selectivo en células tumorales).
Vitamina D.
Los receptores de vitamina D presentes en muchas células del organismo, tienen un efecto protector contra la proliferación tumoral, además la vitamina D tiene una función de activación del sistema inmune para que luche contra las células tumorales.
Vitamina E.
El tocoferol o vitamina E es un inhibidor de una proteína llamada Proteincinasa C (PKC) que participa en varios procesos de crecimiento tumoral, sin embargo, hay que tener precaución con el uso indiscriminado de esta vitamina, ya que también tiene el potencial de inhibir el sistema glutatión, principal antioxidante endógeno del organismo.
Selenio.
Una deficiencia de selenio puede llevar al desarrollo de cáncer de colon, el selenio actúa como protector del cáncer colorrectal y el cáncer de próstata.
Compuestos fenólicos.
Varios compuestos fenólicos han sido ampliamente estudiados en la prevención del cáncer, dentro de ellos derivados del té verde, del café, de la soya, de la cúrcuma, del ajo, del brócoli, del coliflor y de algunas frutas como la manzana y las uvas. Pero esto merece por sí solo un artículo.
Bibliografía.
Gordillo, D. Gordillo E. (2015). Nutrición Molecular. Ed McGraw Hill.
Lammert, E. Zeeb. M. (2014). Metabolism of Human Diseases. Ed Springer.
Mahan, L. Raymond, J. (2017). Dietoterapia de Krause. Ed Elsevier.
https://www.cdc.gov/spanish/cancer/colorectal/basic_info/symptoms.htm