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Fosforo

La palabra fósforo deriva del griego antiguo phos, que significa luz, y phorus, que significa portador. El origen de este nombre proviene del descubrimiento inicial de que el fósforo purificado de la orina emitía espontáneamente una luz verde pálida en la oscuridad sin producir calor.

El fósforo es el sexto elemento más abundante en el cuerpo humano, representando en adultos entre el 1,0 % y el 1,4 % de la masa libre de grasa, o 12 g (0,4 mol) por kilogramo. De este total, el 85 % se encuentra en los minerales de huesos y dientes, y el 15 % en la sangre y los tejidos blandos (especialmente la mielina). Por lo tanto, en un adulto de 70 kg con un 25 % de masa grasa, el fósforo corporal total es de 630 g (Marriott et al., 2020).

Metabolismo del Fósforo.

Biodisponibilidad.

La importancia de la biodisponibilidad del fósforo radica que para los pacientes con enfermedad renal es muy importante controlar los niveles de fósforo.

Con excepción de las semillas y los panes sin levadura, la mayoría del fósforo de los alimentos se presenta en forma de ésteres de fosfato orgánico, fácilmente hidrolizables. Los alimentos con semillas contienen además de dicho fósforo digerible, una forma de fósforo que suele llamarse ácido fítico.

La principal importancia del ácido fítico para la nutrición humana es que el intestino humano carece de la enzima fitasa y, por lo tanto, no puede utilizar la mayor parte del fósforo fítico presente en los alimentos.

Las bacterias colónicas, que poseen fitasa, pueden liberar parte de ese fósforo para su absorción. Además, la levadura utilizada en la preparación de alimentos hidroliza el ácido fítico, por lo que los alimentos con cereales leudados, por ejemplo, algunos panes presentan una buena disponibilidad de fósforo, a diferencia de los productos sin levadura, como la matzá o las tortillas de harina.

Aparte del fitato, el factor principal que influye en la biodisponibilidad del fósforo no es el alimento en sí, sino el calcio ingerido, que no solo contiene fósforo de fitato sino también otras formas de fósforo dietético; el complejo calcio-fósforo resultante no puede ser absorbido.

La biodisponibilidad depende de la forma química que tome, cuya absorción varía ampliamente y, en general, es menor para el fósforo de origen vegetal, más alto para el de origen animal y aún más alto en conservadores a base de fósforo inorgánico.

Carnes.

La biodisponibilidad del fósforo oscila entre el 40% y el 80% tanto para las carnes rojas como blancas.

Huevos.

La biodisponibilidad del fósforo en el huevo es menor, demuestran que la biodisponibilidad es entre el 30% al 60 % .(Martínez Hernández et al., 2022)

Lácteos.

En el caso de la leche y los quesos corresponde a porcentajes del 30% al 80%

Alimentos vegetales.

Como ya se mencionó anteriormente, parte del fósforo se encuentra como fitatos que tienen una menor biodisponibilidad, puesto que, la mayoría de los mamíferos, inclusive la humanidad, no cuenta con la enzima fitasa para desdoblar este tipo de comidas, por tanto su absorción se ve disminuida.

En las leguminosas y oleaginosas, la biodisponibilidad equivale a cifras entre el 10% y el 50%.

En las verduras, su biodisponibilidad alcanza porcentajes entre el 40% y el 60%.

En los cereales la proporción de biodisponibilidad del fósforo equivale al 50%

Biodisponibilidad de fósforo en alimentos industrializados.

El fósforo es el componente principal de muchos conservadores y aditivos que se utilizan principalmente para extender la vida útil del alimento, mejorar el color, el sabor y retener la humedad, tal como han mencionado distintos autores.

El fósforo inorgánico no está unido a proteínas, por ende, las sales de fósforo se disocian y se absorben más fácilmente en el tracto intestinal. En efecto, la biodisponibilidad del fósforo inorgánico es alta y varía en un 87 % y un 100 %.

Actualmente, la biodisponibilidad de fósforo se ha convertido en uno de los temas más importantes en el campo de la nutrición renal, se trata de un factor determinante para la progresión o el retraso de las enfermedades relacionadas (Martínez Hernández et al., 2022).

Absorción del fósforo.

La mayoría de los organismos obtienen el fósforo que necesitan consumiendo tejidos de otros organismos (vegetales y animales); dicho fósforo ingerido se absorbe con alta eficiencia. En adultos, por ejemplo, la absorción neta de fósforo suele oscilar entre el 55% y el 80% de la ingesta, y en bebés, entre el 65% y el 90% (Marriott et al., 2020).

El yeyuno es el sitio principal de absorción de fósforo, tanto basal como tras la estimulación por la 1,25-dihidroxivitamina D3. La función principal de la vitamina D en este órgano, es promover la absorción de calcio y fósforo. La absorción de fósforo dietario en el intestino delgado es rápida y eficiente.

Excreción del Fósforo.

Normalmente, la mayor parte de la pérdida de fósforo del cuerpo se produce a través del riñón. La excreción urinaria de fósforo en 24 horas es igual a la absorción intestinal neta de fósforo, la capacidad renal para la excreción de fósforo es muy grande.

H3 Fisiología Influencias hormonales en la homeostasia.

La homeostasis sistémica del fósforo esta estrechamente regulada a través de un intrincado sistema de bucles de retroalimentación endocrina.

La hormona Paratiroidea y el Factor de crecimiento de fibroblasto 23 (FGF 23) son las principales hormonas efectoras de este sistema que coordina el tráfico de fósforo entre la absorción de fósforo en la dieta, la excreción urinaria de fósforo y los intercambios con las reservas de huesos y tejidos blandos.

H2 Funciones fisiológicas del Fósforo.

Fósforo 1

Imagen 1. Dibujo de las principales funciones del fósforo.

Formación de huesos y dientes.

El fósforo es esencial para formación y mantenimiento de huesos y dientes, junto con el calcio es el principal componente de la estructura ósea y dental.

El mineral óseo consiste no solo en calcio, sino específicamente en una sal compleja de fosfato de calcio (hidroxiapatita), que representa el 85% del fósforo corporal total.

Existen tres características principales en la relación entre el fósforo y el hueso:

Una cantidad adecuada de fósforo ingerido, expresada fisiológicamente como una concentración sérica de fósforo de 1,5-2,0 mmol/L (4,7-6,2 mg/dl), es esencial para la formación ósea durante el crecimiento.

La hipofosfatemia, independientemente de su causa, limita la mineralización en los sitios de formación ósea a todas las edades, deteriora la función osteoblástica y favorece la resorción ósea osteoclástica.

La adecuada ingesta de fósforo previene la pérdida de densidad ósea (osteoporosis).

Estimula el metabolismo.

El fósforo es uno de los elementos más importantes para la síntesis de proteínas, carbohidratos y grasas, asegurando el crecimiento y reparación celular.

Forma parte de nucleótidos como el ATP, que es una de las fuentes principales de energía de las células, esta involucrado en el almacenamiento de energía intracelular (es decir, la síntesis de glucógeno).

Además, mantiene el equilibrio adecuado de vitaminas como la D, con otros minerales.

Estimula las hormonas encargadas del metabolismo. (Energizando y Fortaleciendo El Cuerpo Con Fósforo – Blog NATFY, 2025)

Potencia la función cardiovascular.

Regula la cantidad de calcio que hay en el cuerpo, evitando que el exceso se deposite en vasos sanguíneos y cause ateroesclerosis.

Facilita el equilibrio de vitaminas y minerales.

Estimula la digestión de riboflavina y niacina, dos variedades de vitamina B que son responsables de procesos como el metabolismo energético, la respuesta neurológica y emocional.

Parte fundamental de las membranas celulares.

El fósforo hace parte de los componentes de los fosfolípidos que son los principales constituyentes de las membranas celulares.

Equilibrio acido – base.

El fósforo inorgánico amortigua los cambios de PH, ayuda a mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo, regulando la concentración de iones hidrógeno en los fluidos corporales. 

Enfermedades y su relación con el fósforo.

Enfermedad renal crónica.

Cuando se tiene enfermedad renal crónica grave, los riñones dejan de funcionar correctamente y no pueden eliminar el exceso de fósforo. El fósforo se acumula en la sangre y puede afectar la salud ósea y empeorar la enfermedad renal, por consiguiente, empeora el riesgo de muerte.

A pesar de diversos mecanismos compensatorios, la retención de fósforo aparece y empeora a medida que progresa la ERC; esto conduce a complicaciones como hiperparatiroidismo secundario y elevaciones en factor de crecimiento fibroblástico-23 (FGF23) que, en un intento de aumentar la excreción de fósforo urinario para mantener el equilibrio, conllevan un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular.(Moe et al., 2011).

Desde hace décadas es bien conocido que la retención de fósforo (por mecanismos directos e indirectos) contribuye a la aparición y progresión del hiperparatiroidismo secundario y la osteodistrofia renal en la enfermedad renal crónica (ERC).

De hecho, la retención de fósforo bloquea todos los mecanismos hormonales contrarreguladores, aumenta la resistencia esquelética a la parathormona (PTH) y es considerado un elemento central en la fisiopatología de otras alteraciones endocrinas y sistémicas, como la disminución de calcitriol, el aumento del factor de crecimiento fibroblástico-23 (FGF-23), las calcificaciones cardiovasculares, el envejecimiento prematuro y la elevada morbimortalidad de estos pacientes.

Por todo ello, el fósforo ha sido considerado como «el asesino silencioso» de los pacientes con ERC.

La restricción dietética de este mineral es difícil, debido al elevado contenido de fosfato en la dieta occidental típica de productos lácteos y fuentes de proteínas (Karp et al., 2007).

Consumir menos fósforo y comer más alimentos que contengan calcio podría ayudar a evitar los efectos secundarios de las altas concentraciones de fósforo en las personas con enfermedad renal crónica grave.

Enfermedad cardiovascular.

Algunos estudios no definitivos, muestran que las altas concentraciones de fósforo en la sangre podrían incrementar el riesgo de latidos irregulares del corazón (arritmias) y de muerte por enfermedad cardiaca.

¿Cuánto Fósforo necesito?

La cantidad de Fósforo que necesita el ser humano depende de su edad. Estas son las cantidades diarias recomendadas en miligramos (mg).

Tabla 1. Requerimientos diarios de fósforo. Obtenida del artículo National Institutes of Health. Office of Dietary Supplements. Datos sobre el fósforo.

Fósforo 2

En general, la mayoría de las personas obtienen más fósforo del que necesitan de los alimentos que consumen. Sin embargo, algunas personas tienen mas inconvenientes que otras para obtener la cantidad de fósforo adecuada, entre ellos:

  • Bebés prematuros
  • Personas con ciertas enfermedades poco comunes
  • Personas con desnutrición grave

Fuentes dietéticas del Fósforo.

El fósforo está naturalmente presente en muchos alimentos, es posible obtener las cantidades necesarias consumiendo estos alimentos, sin tener que recurrir a suplementos.

  • Productos lácteos como yogur, leche y queso
  • Productos derivados de granos, como pan, tortillas, arroz integral y avena
  • Carnes, aves de corral, pescado y huevos
  • Nueces y semillas, como marañones y semillas de sesámo
  • Legumbres, como lentejas, frijoles rojos y guisantes
  • Tubérculos como la papa
  • Verduras como los espárragos
  • Además, muchos alimentos procesados tienen aditivos que contienen fósforo, estos aditivos incluyen ácido fosfórico, fosfato de sodio y polifosfato de sodio.

Evaluación de los niveles de fósforo en el organismo.

Para medir los niveles de fósforo en el ser humano, se utiliza la prueba de fosfato en sangre.

Esta prueba mide la cantidad de fosfato en una muestra de sangre. El fosfato contiene el fósforo mineral, por ello, a veces a la prueba de fosfato se le llama prueba de fósforo.

Los resultados de esta prueba de fosfato pueden referirse como «niveles de fósforo» o «niveles de fosfato». Estos términos significan lo mismo.

Hiperfosfatemia.

Un nivel de fosfato más alto de lo normal se conoce como hiperfosfatemia. Los niveles altos están vinculados a muchas afecciones, incluyendo:

  • Etapas tardías de enfermedad renal crónica e insuficiencia renal: Si los riñones dañados no pueden filtrar el fosfato adicional, se puede acumular en la sangre.
  • Hipoparatiroidismo: Con esta afección, las glándulas paratiroides no producen suficiente hormona paratiroidea. Cuando esta hormona es baja, los niveles de calcio son bajos y los niveles de fosfato son altos.
  • Acidosis: Esto significa tener demasiado ácido en la sangre debido a un desequilibrio del pH. Puede ser causado por un trastorno pulmonar u otras afecciones de salud, incluyendo enfermedad renal.
  • Uso a largo plazo de ciertos medicamentos: Estos incluyen corticoides, laxantes y enemas que contienen fosfato.

Los niños a menudo tienen niveles de fosfato más altos porque sus huesos todavía están creciendo.

La ingesta excesiva de fósforo en la dieta es preocupante en las dietas occidentales, en parte debido al uso generalizado de aditivos alimentarios a base de fósforo.

Se ha evidenciado que la ingesta excesiva de fósforo esta relacionada con enfermedades renales, cardiovasculares y óseas, por lo que es importante evaluar la conveniencia del suministro de alimentos con alto contenido de fósforo dado que se corre el riesgo de fomentar enfermedades crónicas en la población general.

Hipofosfatemia.

Un nivel de fosfato más bajo de lo normal se conoce como hipofosfatemia. Los niveles levemente bajos a menudo no son un problema de salud. Pero muchas afecciones que causan niveles bajos pueden necesitar tratamiento, incluyendo:

  • Hiperparatiroidismo: Con esta afección, las glándulas paratiroides producen demasiada hormona paratiroidea, lo que conduce a niveles altos de calcio en la sangre y niveles bajos de fosfato.
  • Deficiencia de vitamina D: La falta de esta vitamina puede provocar osteomalacia, una afección que causa huesos blandos. En los niños, se conoce como raquitismo
  • Obtener muy poco fósforo de los alimentos: Esto es poco común, pero es más probable que algunas personas tengan problemas para obtener suficiente fósforo, entre ellas bebés prematuros, personas con trastornos genéticos raros, desnutrición severa y alcoholismo.
  • Uso a largo plazo de ciertos medicamentos: Estos incluyen antiácidos que contienen hidróxido de aluminio o carbonato de calcio y ciertos diuréticos.

La deficiencia nutricional de fósforo es rara en el mundo desarrollado ya que la mayoría de las personas consumen más fósforo del que requieren para sus necesidades diarias.

La deficiencia de fósforo puede ocasionar los siguientes síntomas: inapetencia, anemia, debilidad muscular, problemas de coordinación, dolor óseo, huesos blandos y deformados, un mayor riesgo de infección, una sensación de ardor o picazón en la piel y confusión

Presentaciones del Fósforo.

El fósforo presente en los alimentos se presenta en dos formas: orgánico e inorgánico.

El fósforo orgánico, o fósforo natural, se encuentra en alimentos de origen animal y vegetal, como semillas, frutos secos y legumbres. El fósforo presente en las plantas se encuentra principalmente en forma de fitato, que los seres humanos no pueden digerir, lo que disminuye su biodisponibilidad en estos alimentos.

 El fósforo orgánico, tanto de origen animal como vegetal, tiene una tasa de absorción intestinal del el 40 %-60 %.

Por otro lado, el fósforo inorgánico, como los fosfatos añadidos a los alimentos durante su procesamiento, tiene una tasa de absorción superior al 90 % (Bump, 2016).

Fósforo como suplemento nutricional (para consumo humano directo).

El fósforo en los suplementos dietéticos a menudo se presenta en forma de fosfato dipotásico, fosfato disódico, fosfatidilcolina o fosfatidilserina. Las investigaciones no han demostrado que una forma de fósforo suplementario sea mejor que las otras.

Estas presentaciones se utilizan para tratar deficiencias de fósforo, manejar trastornos específicos ej: hipofosfatemia, como parte de suplementos multivitamínicos.

Tabla 2. Presentaciones de fósforo en los suplementos. Fuente: elaboración propia.

Presentación del Fósforo

Forma de administración

Fosfato de sodio (monobásico o dibásico

Suplemento nutricional

Fosfato de potasio

Suplemento nutricional

Fosfato de calcio (tribásico, dibásico o monobásico)

Suplemento nutricional

Fosfato de magnesio

Suplemento nutricional

Ácido fosfórico

Rara vez se usa como suplemento

Fósforo en calidad de aditivo alimentario (en productos procesados).

En la industria alimentaria, diversos compuestos de fósforo son utilizados como aditivos para mejorar la textura, conservación y estabilidad de los productos.

En estos casos se emplea el fósforo en formas inorgánicas (más absorbibles) y se utiliza con diversas funciones: conservante, emulsionante, regulador de acidez, agente leudante, etc.

La dosis máxima permitida de fosfatos en productos alimentarios varía según el tipo de producto y la función del aditivo; por ejemplo, en Colombia, en productos de imitación y sucedáneos del chocolate, la Resolución 1511 de 2011 establece un límite máximo de 2.200 mg/kg para los fosfatos.

Tabla 3. Fósforo en alimentos. Fuente: elaboración propia.

Presentación del Fósforo

Forma de administración

Fosfato monosódico (E339(i))

Aditivo alimentario

Fosfato disódico (E339(ii))

Aditivo alimentario

Fosfato trisódico (E339(iii))

Aditivo alimentario

Fosfato monocálcico (E341(i))

Aditivo alimentario

Fosfato dicálcico (E341(ii))

Aditivo alimentario

Fosfato tricálcio (E341 (iii))

Aditivo alimentario

Polifosfatos:

Trifosfato de sodio (E451)

Pirofosfato (E450)

Polifosfato (E452)

Aditivo alimentario

El fósforo para esta utilidad se utiliza en productos cárnicos, quesos procesados y cremas, alternativas de origen vegetal a los productos lácteos, cola y bebidas energéticas, confitería y otros productos a base de cereales, salsas y condimentos, postres, helados, comidas congeladas y alimentos precocinados, comidas preparadas y alimentos precocinados (almacenamiento frigorífico), grasas para untar, algunos tipos de snacks procesados, entre otros.

En Colombia, la etiqueta de los alimentos no requiere la declaración de la cantidad de fósforo que contienen, considero esta condición una desventaja para pacientes renales.

Como uso médico (preparaciones farmacéuticas).

En tratamientos médicos, por ejemplo, para preparación intestinal antes de una colonoscopia o corrección de desequilibrios electrolíticos.

Tabla 4. Presentaciones de fósforo para preparaciones famacéuticas. Fuente: elaboración propia.

Presentación del Fósforo

Forma de administración

Soluciones orales de fosfato de sodio

Preparación farmacéutica

Fosfato potásico intravenoso

Preparación farmacéutica

Fosfato sódico intravenoso

Preparación farmacéutica

Interacciones del Fósforo con otros alimentos.

Calcio.

El fósforo y el calcio trabajan conjuntamente en la mineralización ósea. Sin embargo, dosis farmacológicas de carbonato de calcio pueden interferir con la absorción de fósforo. A pesar de esto, en adultos sanos, la ingesta normal de calcio no suele afectar significativamente la absorción de fósforo.

Magnesio.

El consumo simultáneo de fósforo y magnesio si se consumen como suplementos, puede alterar su absorción, por ello, se recomienda tomarlos con al menos dos horas de diferencia para evitar interferencias en su absorción.

Ácido fítico (fitato).

Presente en la cáscara de nueces, semillas y granos, el ácido fítico puede quelar minerales como el fósforo, formando compuestos insolubles que reducen su absorción.

La preparación de los alimentos puede incidir en la absorción del fósforo, métodos como el remojo, la fermentación y la germinación pueden reducir el contenido de ácido fítico en los alimentos vegetales, mejorando la absorción del fósforo.

Las dietas ricas en alimentos sin levadura que contienen fitato pueden disminuir la absorción de hierro, zinc y calcio debido a su unión al fitato, lo que resulta en deficiencias de estos minerales, ya que los complejos fitato-minerales ingeridos no se absorben.

Interacciones del fosforo con algunos medicamentos.

Antiácidos.

El uso prolongado de antiácidos que contienen hidróxido de aluminio o carbonato de calcio puede reducir la absorción de fósforo, llevando a niveles bajos en el organismo. Esto es especialmente relevante para personas que consumen estos medicamentos durante periodos extendidos.

Diuréticos.

Algunos diuréticos, como la furosemida, pueden aumentar la excreción renal de fósforo, reduciendo sus niveles en sangre. Esto es especialmente relevante en pacientes con dietas bajas en fósforo o con condiciones que afectan su absorción.

Laxantes.

Algunos laxantes, contienen fosfato de sodio y pueden aumentar las concentraciones de fósforo. Tomar más de las dosis recomendadas de estos laxantes puede ser perjudicial, especialmente si está deshidratado o tiene enfermedad renal o cardiaca.

Sucralfato.

Este medicamento, utilizado para tratar úlceras gástricas, puede disminuir la absorción de fósforo al formar complejos insolubles en el intestino.

Medicamentos que interactúan con quelantes de fósforo.

Los quelantes de fósforo, como el acetato cálcico y el carbonato de magnesio, se utilizan para controlar los niveles de fósforo en pacientes con insuficiencia renal. Sin embargo, pueden interferir con la absorción de otros medicamentos, principalmente la cefuroxima, nitrofurantoina, el zinc, digoxina y halofantrina  (Bover Sanjuán et al., 2018).

Se recomienda espaciar la administración de estos medicamentos al menos 2 horas antes o 3 horas después de tomar quelantes de fósforo para evitar interacciones.

Dra. Marleny Beltrán Floriano.

Médica y Cirujana.

Diplomado en Medicina Estética.

Fósforo 3

Bibliografía.

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Energizando y fortaleciendo el cuerpo con fósforo – Blog NATFY. (2025). https://www.natfy.com/blog/complementos-nutricionales/minerales-y-oligoelementos/fosforo/#

Karp, H. J., Vaihia, K. P., Kärkkäinen, M. U. M., Niemistö, M. J., & Lamberg-Allardt, C. J. E. (2007). Acute effects of different phosphorus sources on calcium and bone metabolism in young women: A whole-foods approach. Calcified Tissue International, 80(4), 251–258. https://doi.org/10.1007/S00223-007-9011-7/METRICS

Marriott, B., Birt, D., Stallings, V., & Yates, A. (2020). Present Knowledge in Nutrition (Elsevier & ILSI, Eds.; 11th ed., Vol. 1). Academic Press.

Martínez Hernández, E., De La Luz Maya, R. A., Ramírez Robledo, M. D. L. Á., Núñez-Murillo, G. K., Orozco-González, C. N., Martínez Hernández, E., De La Luz Maya, R. A., Ramírez Robledo, M. D. L. Á., Núñez-Murillo, G. K., & Orozco-González, C. N. (2022). Biodisponibilidad de fósforo en alimentos y su efecto en la enfermedad renal crónica. Población y Salud En Mesoamérica, 19(2), 267–294. https://doi.org/10.15517/PSM.V0I19.46292

Moe, S. M., Zidehsarai, M. P., Chambers, M. A., Jackman, L. A., Radcliffe, J. S., Trevino, L. L., Donahue, S. E., & Asplin, J. R. (2011). Vegetarian compared with meat dietary protein source and phosphorus homeostasis in chronic kidney disease. Clinical Journal of the American Society of Nephrology, 6(2), 257–264. https://doi.org/10.2215/CJN.05040610

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