El veganismo se define como la abstención del uso de productos de origen animal en la alimentación, pero en realidad va más allá de eso, la persona que adopta las costumbres veganas se inscribe en un estilo de vida.
Es preocupante el aumento de los trastornos alimenticios en los últimos años, algunas personas, especialmente adolescentes y jóvenes adoptan una alimentación vegana sin consultar con un profesional y en muchas ocasiones recibiendo instrucciones de influencers que promocionan dietas sin tener los conocimientos suficientes.
En esta oportunidad veremos los tres suplementos recomendados para toda persona vegana, explicando detalladamente las razones metabólicas por las que es necesaria la suplementación.
Vitamina B12 (cobalamina)
La vitamina B12 o cobalamina hace parte de las 8 vitaminas del complejo B, es una vitamina hidrosoluble que tiene una propiedad excepcional dentro de este grupo de vitaminas, y es que, a diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el organismo humano es capaz de almacenarla.
Esta vitamina se encuentra solamente en alimentos de origen animal y no existe ningún alimento vegetal que naturalmente pueda proveer las dosis (2,6 mcg/día) necesarias de esta vitamina.
Las mejores fuentes de vitamina B12 son la carne de animales rumiantes, hígado, riñones, leche, huevo, queso, yogurt, mariscos y pescado.
Metabolismo de la cobalamina.
Imagen 1. La cobalamina o vitamina B12 una vez en el torrente sanguíneo ingresa a la célula a través del Transcobalamin Receptor [(TCbIR) en color púrpura], dentro del interior de la célula se une a la proteína Transcobalamina (TC).
Este complejo TC-Cobalamin es internalizado en los lisosomas (círculo café), donde el TC es sometido a proteolisis y la cobalamin sale del lisosoma al citoplasma a través de una proteína lisosomal [(LMBD1) en color rojo].
Ya en el citoplasma, la cobalamina puede servir de cofactor de la enzima Metionin Sintentasa, que cataliza la conversión de homocisteína en metionina, o puede ingresar en la mitocondria donde se convierte en Adenosincobalamina (AdoCbl) y sirve de cofactor de la enzima MetilMalonil CoA Mutasa (MMCoa Mutasa) para convertir el MetilMalonil Coa en Succinil CoA. (Las dos enzimas se han resaltado en color fucsia).
Manifestaciones clínicas de la deficiencia de Vitamina B12.
La metionina es un aminoácido indispensable para la formación de proteínas, la carencia de metionina genera problemas en la piel, alopecia, uñas frágiles, anemia megaloblástica, neutropenia, trombocitopenia.
Los altos niveles de homocisteína (hiperhomocisteinemia) se ha relacionado con la aparición de varias enfermedades metabólicas.
Los síntomas neurológicos también están presentes, principalmente parestesias y disautonomías.
Omega 3
Si bien existen abundantes fuentes naturales vegetales de Omega 3 como por ejemplo la chía, la linaza, el sacha inchi, todas estas fuentes vegetales aportan un tipo de Omega 3 específico, el ácido alfa linolénico (ALA).
El problema radica en que el ser humano no tiene las enzimas necesarias para convertir el ALA en las formas activas del Omega 3, el ácido eicosapenaenoicio (EPA) y el ácido docohexaenoico (DHA).
Por lo tanto, al igual que ocurre con la vitamina B12, los veganos necesitan obtener el Omega 3 (EPA y DHA) de fuentes animales.
Los pescados azules (salmón y atún) son la principal fuente natural de EPA y DHA, el problema es la alta contaminación por mercurio de estas fuentes naturales.
Por lo tanto se hace necesario recurrir nuevamente a la suplementación. Los suplementos con certificación IFOS (International Fish Oil Standar), garantizan un control de calidad premium del producto, que esté libre de mercurio y niveles de oxidación bajos que garantizan estabilidad del producto.
Las fuentes de EPA y DHA de estos suplementos son el aceite de Krill, un crustáceo similar al camarón y el salmón.
Metabolismo del Omega 3
Imagen 2: Cuadro comparativo del metabolismo de los Omegas 6 a la izquierda, y Omegas 3 a la derecha sombreado. Nótese que ambas vías comparten las mismas enzimas: Delta-6-Desaturasa, Delta-5-Desaturasa y Elongasas. Por lo qué los metabolitos proinflamatorios en la vía del Omega 6 y antiinflamatorios en la vía del Omega 3, van a depender de la concentración relativa de cada precursor, ejerciendo una inhibición competitiva de la vía contraria.
En última instancia, los Omegas 3 DHA y EPA compiten por las enzimas que metabolizan los Omegas 6 proinflamatorios (derivados del ácido araquidónico), por lo tanto, hay que buscar una relación Omega 6 / Omega 3 no superior a 3, de tal manera que el organismo cuente con el suficiente Omega 3 para frenar las producción de citoquinas inflamatorias.
Manifestaciones clínicas de deficiencia de Omega 3.
Los Omegas 3 EPA y DHA tienen un alto poder antiinflamatorio, por lo que se han utilizado en como coadyuvantes en el tratamiento de varias patologías con componente inflamatorio, por ejemplo artritis.
Además, los Omega 3 por la misma razón apuntada anteriormente tienen propiedades cardioprotectoras y neuroprotectoras.
La deficiencia de Omega 3 inclina la balanza hacia la fabricación de citoquinas inflamatorias derivadas del ácido araquidónico, por lo que puede desencadenar procesos inflamatorios y autoinmunes en personas predispuestas.
Vitamina D.
La vitamina D, se comporta en el organismo como una hormona, interviene en el metabolismo del hueso, en el sistema inmunológico, precursor en la síntesis de otras moléculas.
Hay que tener en cuenta que de acuerdo a estudios clínicos, la mayoría de pacientes que terminaron en unidad de cuidados intensivos a causa de la Covid-19 presentaban insuficiencia o deficiencia de vitamina D.
La vitamina D3 (colecalciferol) se produce en animales a partir de las radiaciones UVB del sol, mientras que la vitamina D2 (ergocalciferol) es producida por las plantas por irradiación solar a partir del ergosterol.
La vitamina D3 tiene mayor biodisponibilidad que la vitamina D2, y es por esa razón, que se debe suplementar en personas veganas.
Cualquiera que sea la fuente, animal, vegetal, o endógena, la vitamina D experimenta cambios que la convierten en metabolitos activos, como el calcidiol y el calcitriol.
la vitamina D ejerce su mecanismo de acción directamente en el núcleo de la célula, donde se encuentra el receptor de vitamina D (RVD), la unión al receptor modula la transcripción de más de 20 genes relacionados con metabolismo de calcio, fósforo, desempeño del sistema inmune, control neuroendocrino.