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Nutrición durante el embarazo

embarazo y nutricion

Requerimientos de nutrientes.

Durante el embarazo los requerimientos nutricionales de la madre están aumentados en algunos nutrientes, aunque no al doble como suelen creer muchas personas. Es importante tener en cuenta que tanto las deficiencias como los excesos nutricionales pueden repercutir en la salud de la madre y él bebe.

A continuación, se describen algunos de los nutrientes imprescindibles durante todo el embarazo, y se hace énfasis en la necesidad de nutrientes en ciertas etapas del embarazo.

Ácidos grasos omega 3 en el embarazo.

Alimentos con omega 3

Imagen 1. Alimentos ricos en Omega 3.

Los ácidos grasos se encuentran en todas las membranas celulares; el encéfalo fetal contiene la misma cantidad de omega 6 (ácido araquidónico) y omega 3 (ácido docosahexenoico DHA).

Los ácidos grasos omega 3, de origen animal, principalmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y docohexaenoico DHA, son importantes para el neurodesarrollo fetal, la vasodilatación, la reducción de la inflamación y la inhibición de la trombosis.

El DHA es importante para el crecimiento y desarrollo del sistema nervioso central y la retina del feto.

Existe una transferencia selectiva y preferente del DHA a través de la placenta, la acumulación fetal de DHA es más elevada en la última mitad del embarazo alcanzando de 30 a 45 mg/dia (Lauritzen y Carlso, 2011).

La acumulación de DHA en los primeros meses de vida, ocurre principalmente en el tejido encefálico y adiposo. El DHA debe movilizarse desde los depósitos maternos, o bien la dieta prenatal debe incluir cantidades adecuadas de DHA preformado (Koletzko et al., 2007).

Se recomienda una ingesta media diaria de DHA de 200 mg durante el embarazo y la lactancia (Koletzko et al., 2007). La principal fuente alimentaria de DHA es el pescado graso de agua fría, un par de comidas a la semana de pescado bajo en mercurio durante el embarazo pueden proporcionar cantidades adecuadas de DHA.

Las fuentes vegetales de grasas omega 3 de  origen vegeetal (ácido alfa-linolénico ALA) son las semillas de linaza y los frutos secos, especialmente las nueces, sin embargo, dado que la velocidad de conversión de ALA a DHA es muy baja, utilizar solamente estos alimentos como fuente de omega 3 no es suficiente.

La obesidad materna pregestacional se correlaciona con una menor frecuencia de concepción, una mayor frecuencia de anomalías congénitas y una menor frecuencia de nacidos vivos ya que la obesidad afecta a la ovulación, al desarrollo del ovocito, al desarrollo del embrión, al desarrollo endometrial, a la implantación y a la pérdida del embarazo (Merhi et al.,2013)

Proteínas

Nutrición durante el embarazo 1

Imagen 2. Alimentos ricos en proteínas.

Para mantener la síntesis de tejidos maternos y fetales se requieren proteínas adicionales. Esta demanda aumenta a lo largo del embarazo y es máxima durante el tercer trimestre.

En la primera mitad del embarazo las necesidades de proteínas son las mismas que para mujeres no embarazadas. Las necesidades aumentan en la segunda mitad a 1,1 g/kg/dia que serían 71 g/día por ejemplo para una mujer con un peso de 57 kg previo al embarazo.

Si el embarazo es múltiple por cada feto adicional se recomiendan al menos otros 25 g/día de proteínas, pero dado que las proteínas también se usan como fuente de energía, el total puede ser de hasta 175 g/día para una mujer de peso normal con un embarazo gemelar que consume 3.500 Kcal/día (Goodnight y Newman, 2009).

La deficiencia de proteínas durante el embarazo tiene consecuencias adversas, entre ellas retraso del crecimiento fetal. Las proteínas también están implicadas en la síntesis de hormonas y neurotrasnmisores

Carbohidratos.

Nutrición durante el embarazo 2

Imagen 3. Alimentos ricos en carbohidratos.

Deben consumirse carbohidratos complejos de semillas enteras, frutas y verduras no así, los provenientes de carbohidratos simples como los refrescos, zumos industriales, dulces o productos de repostería.

Fibra.

Debe estimularse el consumo de verduras de hoja verde y amarilla, frutas frescas o secas para aportar minerales, vitaminas y fibra adicionales. La ingesta diaria para la fibra durante el embarazo es de 14g/día/1000 kcal, lo que ayudaría a tratar el estreñimietnto que se incrementa en el embarazo.

Vitaminas.

Todas las vitaminas y minerales son necesarios para un resultado óptimo del embarazo. En algunos casos pueden cubrirse a través de la dieta; en otros, a menudo es necesario un suplemento comenzando antes de la concepción.

Ácido fólico (vitamina B9).

Se recomienda su incremento en el consumo para mantener la eritropoyesis materna, la síntesis de ADN y el crecimiento fetal y placentario.

Los valores bajos del folato se asocian con abortos, bajo peso al nacer y nacimiento pretermino. La deficiencia materna precoz de folato se asocia con un aumento de la incidencia de malformaciones congénitas como espina bífida y anencefalia y posiblemente hendiduras bucofaciales y defectos cardiacos congénitos (Gueant et al., 2013; Obeid et al., 2013).

Vitamina B6 (piridoxina).

La piridoxina funciona como cofactor en el metabolismo de aminoácidos, cataliza una serie de reacciones implicadas en la producción de neurotransmisores. Dado que la carne, el pescado y el pollo son buenas fuentes dietéticas, la deficiencia no es frecuente el déficit de esta vitamina.

Vitamina B12 (cianocobalamina).

la cobalamina es necesaria para las reacciones enzimáticas y para la generación de metionina, es importante en el crecimiento y el desarrollo, incluida la función inmunitaria.

Se encuentra de forma natural exclusivamente en los alimentos de origen animal de modo que las vegetarianos, especialmente las veganas tienen riesgo de deficiencia de vitamina B12 y deben consumir alimentos enriquecidos o suplementos.

Las cantidades inadecuadas de folato y B12 pueden afectar negativamente al desarrollo motor y cognitivo del lactante y también aumentan el riesgo de desnutrición y crecimiento fetal inadecuado.

Vitamina C.

La recomendación de ingesta de vitamina C aumenta durante el embarazo e incluso puede ser mayor para las mujeres que fuman, abusan del alcohol o drogas o toman acido acetil salicílico regularmente. Los valores bajos se asocian con parto pretérmino.

Vitamina A.

Es muy importante durante periodos de rápido crecimiento, es imprescindible en la diferenciación celular, el desarrollo ocular y la maduración pulmonar, así como en la expresión génica (Wu et al.,2012).

Los valores bajos de vitamina A se asocian con retardo del crecimiento intrauterino y aumento del riesgo de mortalidad materna y neonatal. Entre mujeres positivas para el VIH, la mejoría del estado de la vitamina A se asocia con un mayor peso al nacimiento posiblemente porque mejora la inmunidad (Hovdenak y Haram, 2012).

El exceso de vitamina A es teratógeno (causa malformaciones en el feto). Generalmente no son necesarios suplementos si se consumen alimentos que la contengan, y a menudo se limitan a 5.000 UI/día.

El medicamento para el acné isotretinoína es un análogo de la vitamina A, y los lactantes expuestos tienen un riesgo elevado de anomalías fetales y abortos. las mujeres deben suspender su uso al menos un mes antes de la concepción.

Vitamina D.

Los requerimientos de vitamina D no aumentan durante el embarazo; la ingesta de 600 UI/día es suficiente para mantener la salud ósea. Las pocas fuentes dietéticas de vitamina D son el salmón, atún, setas expuestas a la luz uv.

La exposición cutánea a la luz solar es la mejor fuente de vitamina D, pero no se ha establecido la cantidad de exposición al sol que es necesaria, esta depende de la edad de la persona, el IMC, la pigmentación cutánea, uso de protectores solares, momento del día y forma de vestir.

La deficiencia grave de vitamina D se asocia con raquitismo congénito y fracturas en el recién nacido, también puede manifestarse con convulsiones (ACOG, 2011).

Vitamina E.

Los requerimientos de vitamina E no aumentan durante el embarazo.

Vitamina K.

Aunque los requerimientos de vitamina K no aumentan durante el embarazo, las dietas habituales no suelen aportar vitamina K suficiente ya que la mayoría de las fuentes alimentarias (verduras de hoja color verde oscuro) no se consumen en las cantidades recomendadas.

La vitamina k tiene una función importante en la salud ósea, así como en la coagulación, de modo que es vital una cantidad adecuada durante el embarazo.

La deficiencia de vitamina K se ha comunicado en mujeres que han tenido hiperémesis gravídica, enfermedad de Crohn o derivación gástrica.

Colina.

Alimentos ricos en colina

Imagen 4. Alimentos ricos en colina.

es necesaria para la integridad estructural de las membranas plasmáticas, las señales celulares y la transmisión del impulso nervioso. La colina y el folato están interrelacionados metabólicamente, ambos mantienen el desarrollo del encéfalo fetal y reducen el riesgo de desnutrición y hendiduras bucofaciales (Zeilsel, 2013).

Minerales.

Calcio.

Los factores hormonales influyen intensamente en el metabolismo del calcio en el embarazo. La absorción de materna de calcio a través del intestino se duplica durante el embarazo. (Olausson et al., 2012).

Durante el embarazo se acumulan aproximadamente 30 g de calcio, principalmente en el esqueleto fetal (25g), el resto se acumula en el esqueleto materno, manteniéndose en reserva para las demandas de calcio de la lactancia.

La mayor parte de la acumulación fetal tiene lugar durante la última mitad del embarazo, aumentando desde 50 mg/día a las 20 semanas hasta 330 mg/día a las 35 semanas (Olausson et al.,2012).

Además de su función en la formación de hueso, la ingesta baja de calcio se asocia con un mayor riesgo de retardo de crecimiento intrauterino y preeclampsia (Hodvdenak y Haram, 2012)

Cobre.

Alimentos ricos en cobre

Imagen 5. Alimentos ricos en cobre.

Los requerimientos de cobre se elevan ligeramente durante el embarazo. La deficiencia de cobre altera el desarrollo embrionario. El cobre interacciona con el hierro, influyendo en el desarrollo neurocognitivo y neuroconductual. Aunque normalmente no se incluye en los suplementos prenatales, se recomienda cuando se administran zinc y hierro durante el embarazo (Uriu-Adams et al., 2010).

Yodo.

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Imagen 6. Alimentos ricos en Yodo.

El yodo forma parte de la molécula de la tiroxina, con una función fundamental en el metabolismo de los macronutrientes, así como en la mielinización neuronal y la expresión génica fetal (Wu et al.,2012).

Puesto que la síntesis de hormonas tiroideas aumenta en un 50% durante el embarazo, los requerimientos de yodo también se incrementan (Stagnaro-Green y Pearce, 2012).

La deficiencia grave de yodo se asocia con un mayor riesgo de aborto, anomalías congénitas, bocio fetal y parato de feto muerto, así como con prematuridad, retraso del crecimiento fetal y disminución del cociente intelectual. La deficiencia de yodo es la causa más frecuente de retraso mental prevenible en el mundo (Leung et al.,2013).

La sal Kosher y la sal marina no contienen yodo natural. Debe estimularse el uso de la sal yodada cuando se cocine en casa y a limitar la ingesta de alimentos procesados hechos con sal no yodada.

Los hijos de mujeres con deficiencia entre leve y moderada muestran mejores puntuaciones neurocognitivas si las madres recibieron suplementos comenzando muy precozmente, es decir de las 4 a las 6 semanas de embarazo (Leung et al.,2013).

La American Thyroid Association recomienda que las mujeres reciban 150 microgramos/día durante el embarazo y la lactancia en forma de yoduro potásico.

Los valores altos de yodo, potencialmente causan los mismos efectos que los valores bajos. La tiroiditis posparto afecta a un 5,4% de todas las mujeres, puede manifestarse como hiper o hipotiroidismo, y ambos pueden afectar la producción de leche materna (Stagnaro-Green y Pearce, 2012).

Hierro.

Los requerimientos de hierro casi se duplican durante el embarazo, se calcula que un 42% de las mujeres embarazadas en todo el mundo tienen anemia por deficiencia de hierro.

El consumo inadecuado de hierro puede conducir a una baja producción de hemoglobina, seguida de compromiso de la liberación de oxigeno al útero, la placenta y el feto en desarrollo.

La anemia por deficiencia de hierro se asocia con retardo del crecimiento intrauterino, parto pretérmino, aumento de la mortalidad fetal y neonatal, y si es grave (hemoglobina < 9 g/dl), con complicaciones durante el parto (Lee y Okam, 2011).

La deficiencia precoz de hierro afecta al desarrollo del encéfalo fetal y a la regulación de la función encefálica de múltiples formas. Los lactantes de madres con diabetes también tienen mayor probabilidad de desarrollar deficiencia de hierro debido al aumento de las demandas fetales.

Las deficiencias de hierro en el embarazo dan lugar a alteraciones neuroconductuales del bebé a largo plazo, que influyen en el temperamento, las interacciones con los demás, el aprendizaje y la memoria (Georgieff, 2011).

Los efectos maternos de la deficiencia de hierro son fatiga, dificultad para respirar, mareos y poca tolerancia al ejercicio. Es probable que el aumento de peso prenatal sea bajo.

La madre tiene mayor riesgo de hemorragias por atonía uterina durante el parto y necesidad de transfusión sanguínea. La curación de las heridas y la función inmunitaria están afectadas. Tiene mayor probabilidad de sufrir depresión posparto, una mala interacción materna/lactante y alteraciones de la lactancia.

Magnesio.

El feto a término acumula 1 g de magnesio durante el embarazo, y la deficiencia materna puede interferir en el crecimiento y el desarrollo fetal y en una posible teratogenia (malformación fetal). (Hovdenak y Haram, 2012).

Las recomendaciones para el magnesio aumentan levemente durante el embarazo, los valores óptimos de magnesio pueden ser beneficiosos para ayudar a prevenir los calambres en las piernas.

Fósforo.

La deficiencia es infrecuente, si se tiene una buena alimentación. Los requerimientos no se aumentan en el embarazo. Sin embargo, en mujeres que presentan vómitos intensos u otras situaciones que llevan a inanición, se han encontrado valore bajos de fósforo.

La hipofosfatemia puede amenazar la vida porque el fósforo es importante en el metabolismo energético como componente del trifosfato de adenosina y debe reponerse inmediatamente.

Selenio.

El selenio funciona como antioxidante y es importante para la reproducción. Un bajo estado del selenio se asocia con abortos recurrentes, preeclampsia y retardo del crecimiento intrauterino.

Los requerimientos de selenio aumentan ligeramente durante el embarazo, pero no existen recomendaciones basadas en la evidencia para los suplementos (Hovdenak y Haram, 2012).

Sodio.

El entorno hormonal del embarazo afecta al metabolismo del sodio. El aumento del volumen sanguíneo materno lleva a un incremento de la filtración glomerular de sodio.

Aunque el uso moderado de sal y alimentos ricos en sodio es apropiado para la población general, generalmente en el embarazo no está justificada una restricción intensa y en mujeres embarazadas con edemas no se recomienda el uso de diuréticos.

Zinc.

El zinc es crítico para el crecimiento y el desarrollo, y los requerimientos aumentan durante el embarazo. Proporciona una función estructural en muchos tejidos y forma parte de algunas proteínas implicadas en la expresión génica.

La deficiencia de zinc es muy teratógena y conduce a malformaciones congénitas como anencefalia y posiblemente a hendiduras orales. Incluso una deficiencia leve de zinc, puede llevar a una afectación del crecimiento y del desarrollo encefálico fetal, así como a una alteración de la función inmunitaria.

Las mujeres con bajos valores de zinc no tratados tienen un mayor riesgo de aborto, retraso del crecimiento fetal, hipertensión, preeclampsia, parto pretérmino y hemorragia intraparto.

El zinc tiene una amplia disponibilidad y son buenas fuentes la carne roja, el pescado, las semillas enteras. Generalmente no se requieren suplementos extra por encima de los que se encuentran en las vitaminas prenatales.

Las mujeres que siguen una dieta vegetariana pueden presentar baja biodisponibilidad del zinc. Los suplementos de hierro a altas dosis pueden inhibir la absorción del zinc si ambos se toman sin alimentos ( Kaiser y Campbell, 2014).

Líquidos.

Se estimula a beber de 8 a 10 vasos de líquidos de calidad diariamente, principalmente agua. La hidratación óptima reduce el riesgo de infeccione urinarias, cálculos renales y estreñimiento, la deshidratación puede causar irritabilidad uterina.

Edulcorantes.

Se pueden considerar como seguros, la Stevia, el árbol del fruto del monje, azúcar de coco y yacón.

Cuadro 1. Raciones recomendadas para una mujer con embarazo único. Fuente: L.Kathleen Mahan, Janicel L.Raymond.

Grupo de alimentos

Primer trimestre

Segundo trimestre

Tercer trimestre

Calorías totales diarias

1.800

2.200

2.400

Carne y legumbres

140

170

185

Productos lácteos tazas

3

3

3

Pan, semillas, g; la mitad deben ser semillas enteras

170

200

225

Frutas y verduras (tazas)

4

5

5

Ricos en vitamina C

1

1

1

Ricos en Betacaroteno

1

1

1

Ricos en folato

1

1

1

Grasas y aceites cucharaditas

6

7

8

Tamaños de las raciones:

28g= 28 g de carne, pollo o pescado, 1 huevo, ¼ de taza de legumbres, 15g de frutos secos, ¼ de tofu

1 taza= 1 taza de leche o yogur, 28g de queso curado, 2 tazas de queso fresco

28g= 1 rabanada de pan, 1 taza de cereales (quinua, amaranto, mijo)

1 taza= 1 taza de fruta o verdura cruda, 2 tazas de verdura de hoja

Incluye los alimentos naturalmente altos en grasas, como aceitunas, aguacates y frutos secos.

En aceites se recomienda el uso de aceite de oliva y de coco. No consumir los de canola, girasol, maíz, soya.

¿Cuándo comienza el desarrollo humano?

El desarrollo humano comienza en el momento de la fecundación, cuando el espermatozoide se une con el óvulo y forman un organismo unicelular llamado cigoto. Esta célula marca el inicio de cada persona como individuo único.

fecundacion

Imagen 7. Fotografías del momento de la fecundación Fuente: foto tomada de Hipertextual.

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Imagen 8. Fotografía del cigoto. Fuente: Alamy Stock Photo.

Formación del embrión trilaminar fase de la Neurulación (tercera semana del desarrollo).

Esta fase se caracteriza por la formación de las tres capas germinativas a partir de las cuales se desarrollan todos los tejidos y órganos del embrión.

La tercera semana es un periodo de desarrollo rápido. Entre los días 17 y 19 el embrión tiene forma de pera, con la región cefálica más ancha que la caudal, se forma un surco que va a ser el precursor del sistema nervioso del embrión, uno de los primeros órganos que se desarrollan.

Nutricionalmente es importante la presencia de vitamina B12, ácidos grasos omega 3, folato y colina.

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Imagen 9. Fotografía de la tercera semana de embarazo se da inicio a la formación del cerebro y el sistema cardiovascular. Fuente: foto tomada de Mi bebe y yo.

En el periodo embrionario (cuarta a octava semana).

Entre los días 21 y 23.

Aparecen las células que se convertirán en los ojos y los oídos, el tubo cardiaco adquiere forma de S, el corazón comienza a latir el día 22.

Nutricionalmente es importante el consumo de folato, vitaminas B6, B12, colina, vitamina A, zinc y metionina.

Entre 25 y 27 días.

El embrión tiene forma de C. el encéfalo y la médula espinal son los tejidos mas grandes del embrión. La cara se hace evidente y los ojos y los oídos empiezan a formarse.

El aparato circulatorio está en desarrollo. Las células hepáticas comienzan a formarse antes que el resto del aparato digestivo. Aparecen las protuberancias de las extremidades superiores.

En esta fase es importante el consumo de alimentos que contengan vitamina A, ácido fólico, colina, metionina y zinc.

Entre los 26 y 30 días.

aparece la primera capa superficial de piel fina para cubrir el embrión, empiezan a formarse los músculos de la espalda y las costillas, se desarrolla el hígado, el pulmón, el estómago y e páncreas.

Entre los 31 y 35 días.

El encéfalo y la cabeza crecen rápidamente y se diferencian las secciones de la pared del encéfalo y la médula espinal. Se desarrolla el ojo y puede detectarse la placa nasal.

Se forma el esófago y aparecen los sacos pulmonares, aparecen los brotes ureterales, las extremidades superiores se alargan y comienza su inervación.

Se recomienda el consumo de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (especialmente DHA y AA), proteínas, zinc, hierro, colina, cobre, yodo, vitamina A y folato.

Entre los 35 y 38 días.

Mide de 7 a 9 mm, el encéfalo sigue siendo mayor que el tronco, aparece la depresión del ectodermo que da lugar a la boca, aparecen los hoyos nasales separados.

Se diferencian los futuros hemisferios cerebrales. Puede diferenciarse la placa de la mano, el antebrazo, el brazo y el hombro en el brote de la extremidad superior, comienza a desarrollarse el brote de las extremidades inferiores.

Entre los 37 y 42 días

comienzan a desarrollarse las manos, las zonas de los muslos, las piernas y los pies ya pueden distinguirse. Considere consumo vitamina A

Entre los 42 a 44 días.

Se desarrolla la mandíbula y los músculos faciales. Se forma le bulbo olfativo (sentido del olfato) en el encéfalo. Empiezan a formarse los brotes dentarios.

El corazón forma cuatro cámaras diferenciadas, se forma el diafragma y comienzan a desarrollarse la hipófisis, la tráquea, la laringe y los bronquios.

Los intestinos empiezan a desarrollarse en el cordón umbilical y después migran al abdomen cuando existe espacio.

Las células germinales primitivas llegan a la zona genital respondiendo a instrucciones genéticas que condicionan el desarrollo de genitales femeninos o masculinos.

Es importante el consumo de vitamina K.

Entre los 44 a 48 días.

Empiezan a desarrollarse los párpados y los ojos se pigmentan, los riñones empiezan a producir orina. Comienza la osificación del esqueleto.

Se recomienda el consumo de calcio, fósforo, magnesio, y vitaminas A, D, K.

Entre los 48 a 56 días.

Son evidentes las rodillas y los tobillos, las articulaciones están más diferenciadas, los músculos se desarrollan y fortalecen. Empieza a presentar movimiento espontáneo.

La nariz está completamente formada, se distinguen los testículos o los ovarios, así como los dedos de los pies.

Los ojos están bien desarrollados, pero aún no han migrado hacia adelante.

Entre los 56 a 60 días.

Fin del periodo embrionario, mide entre 23 a 26 mm. Cabeza erecta y redondeada, oído externo completamente desarrollado. Las extremidades superiores e inferiores están bien formadas.

Se recomienda consumo de vitamina A, D y K, calcio, fósforo, magnesio, proteínas y ácidos grasos omega 3.

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Imagen 10. Fotografía de embrión de 4 semanas.

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Imagen 11. Fotografía de embrión de 8 semanas.

Semana 10 a semana 16.

Semana 10.

La estructura básica del encéfalo es completa, la cara tiene aspecto humano, los músculos del tubo digestivo pueden funcionar y contraerse, el higado comienza a excretar bilis.

La tiroides y el páncreas estan completamente desarrollados, el páncreas produce insulina.

Se recomienda la ingesta de folato, ácidos grasos omega 3, vitaminas D, A, B, colina, proteinas , zinc, hierro, cobre, y yodo.

Semana 12.

El feto comienza a moverse a medida que desarrolla el sistema muscular y nerivoso, puede detectarse el latido cardiaco, se desarrollan los músculos de la succión.

Semana 14.

Las extremidades estan bien desarrolladas, el corazón impulsa 25L de sangre/día (hacia el momento del parto serán 300 L/día.

Se recomienda vitamina A, proteinas y calico y vitamina D.

Semana 16.

Mide 109 a 117 mm, peso 80 gramos, el feto puede parpadear, se desarrollan las huellas digitales en manos y pies.

La circulacion es completamente funcional. Los nervios comienzan a cubrirse de mielina, la sustancia lipídca que acelera la transmision nerviosa y los aisla para el envio de impulsos ininterrumpidos.

Se recomienda consumo de ácidos grasos omega 3, hierro, vitamina A y colesterol.

feto 10 semanas

Imagen 12. Fotografía de embrión de 10 semanas.

Nutrición durante el embarazo 8

Imagen 13. Fotografía de embrión de 16 semanas.

Semanas 17 a la 40.

Es cuando finaliza la gestación de un ser humano, se recomienda continuar con el consumo de nutrientes ya descritos,  grasas saludables como las contenidas en los aceites de oliva, de coco, aguacate, verduras, dos porciones de fruta entera, nunca en zumos, carne, pescado, pollo, frutos secos, mucha fibra y líquidos, preferiblemente agua.

Conclusiones.

  1. Una mala nutrición materna o la exposición de la gestante a sustancias tóxicas puede ocasionar problemas permanentes al bebe.
  2. Es importante incluir diversidad de alimentos, centrándose en la elección de alimentos densos en nutrientes
  3. La embarazada debe evitar también el consumo de alimentos procesados, los carbohidratos simples (dulces, bebidas gaseosas, repostería) las grasas trans presentes en alimentos como margarinas, postres, helados y en cambio optar por el consumo de alimentos preparados con grasas saludables, o endulzados con edulcorantes sanos como la Stevia o el árbol del fruto del monje.

Dra. Marleny Beltrán Floriano.

Médica y Cirujana.

Diplomado en Medicina Estética.

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